Austria pide al FMI que "siga a bordo" en la financiación del rescate griego

Bruselas, 20 feb.- La ministra austríaca de Finanzas, Maria Fekter, expresó hoy su esperanza de que el FMI "siga a bordo" y no se "retraiga" de su responsabilidad de contribuir junto con la eurozona sustancialmente al segundo rescate para Grecia.

Fekter expresó a su llegada a la reunión del Eurogrupo su esperanza de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ayude a garantizar la financiación de la deuda helena y del rescate del país mediterráneo.

"Espero que el FMI no se retraiga de tal manera que nos llevemos hoy una sorpresa", afirmó Fekter, en referencia a la información del Wall Street Journal de que la institución monetaria internacional con sede en Washington solo quiere contribuir con 13.000 millones de euros al total de 130.000 millones, cuando normalmente le corresponde aportar un tercio y a la eurozona el resto.

Los ministros de Finanzas de la zona euro analizarán hoy si el paquete de ayuda cuenta con la financiación necesaria dado el desvío de varios puntos porcentuales en el objetivo de reducción de la deuda establecido para 2020.

El informe de la sostenibilidad de la deuda griega ha concluido que Grecia no podrá reducir su deuda del 160 % al 120 % en 2020 con la estructura actual del segundo rescate, por lo que la eurozona busca soluciones para cubrir este agujero.

Fekter indicó que los ministros analizarán la posibilidad de que "tenga que ayudar un poco más" el sector privado, que ya ha acordado asumir unas pérdidas netas del 70 % sobre los bonos griegos que tiene en un canje de títulos que se iniciara el 8 de marzo y que tiene el objetivo de condonar la mitad de la deuda griega (unos 100.000 millones de euros).

Pero la ministra advirtió que todavía no se conoce el nivel de participación en el canje de bonos, que es también un factor a tener en cuenta a la hora de hacer los cálculos.

Por otro lado, la eurozona estudiará si los bancos nacionales pueden participar en la reestructuración de la deuda griega y si el Banco Central Europeo (BCE) puede implicarse también, señaló.

El BCE podría redistribuir los beneficios que sacaría de la venta o el canje de bonos a los países del euro y éstos a su vez Atenas. Así no financiaría directamente un Estado.

Varios medios apuntan además a la posibilidad de que los bancos nacionales asuman las mismas pérdidas que el sector privado.

Fekter descartó que los países aporten más dinero para cerrar el agujero, porque tendrían, al igual que Austria, "problemas para lograr la aprobación de los parlamentos", recordó.

Además de la financiación del rescate, habrá un "intenso debate" sobre la supervisión y el control" de la aplicación del programa de ajustes por parte de Grecia, afirmó.

Los detalles técnicos de la cuenta bloqueada -para que Atenas de prioridad al pago de la deuda- aún están siendo debatidos, dado que este mecanismo podría eventualmente llevar consigo la necesidad de más capital, reveló Fekter, y nadie quiere que ese dinero quede luego absorbido por la Administración helena.

Por otro lado habrá una supervisión "permanente", explicó.

"No queremos que pase lo que ha ocurrido en el pasado: que se inyecten miles de millones en Grecia y que después éstos se consuman sin que se hayan desarrollado las infraestructuras, modernizado el aparato del Estado o desarrollado las regiones", dijo.

Por su parte, el ministro luxemburgués de Finanzas, Luc Frieden, destacó los "importantes progresos" que ha hecho Grecia en los últimos días para lograr la aprobación del rescate.

"Presupongo que se van a cerrar hoy" las negociaciones, señaló, aunque advirtió de que con la ayuda no se solucionarán los problemas de Grecia, dado que "se trata de un larguísimo proceso" que no se cerrará con un solo Consejo, o Eurogrupo, sino que requerirá "años" de acompañamiento por parte de los socios internacionales para conseguir la reestructuración de la deuda helena.