Banco Popular tiene la intención de volver a pagar dividendo "cuanto antes"

Madrid, 13 dic.- El vicepresidente del Banco Popular, Roberto Higuera, ha señalado hoy que no han recibido recomendación alguna del Banco de España sobre el desembolso de dividendo y ha añadido que la intención de la entidad es volver a pagarlo "cuanto antes".

Higuera hizo estas declaraciones después de participar en un debate tras la presentación del informe "La banca, en la encrucijada. El futuro del sector financiero español en un mundo global", elaborado por el Centro del sector Financiero de Pwc e IE Business School.

Respecto al aumento del 6 % de capital que acometerá para dar entrada en el accionariado a varios inversores mexicanos tras adquirir una participación del 25 % de la entidad BX+, el directivo ha indicado que sirve para fortalecer sus recursos y para reducir la dependencia del mercado.

Sobre las pruebas de solvencia que tendrá que afrontar la banca europea, Higuera ha comentado que es probable que las refinanciaciones pesen en estos exámenes y no tanto las tenencias de deuda pública.

En su intervención durante el debate posterior a la presentación del informe, el ejecutivo del Banco Popular ha manifestado que el modelo de negocio de la entidad seguirá basado en la actividad con pymes y familias y ha indicado que el plan de internacionalización servirá para que el 30 % de su actividad provenga del exterior.

De España, que aportará el 70 % del negocio, Higuera ha destacado que cuenta todavía con capacidad de desarrollo, lo que ejemplificó con la compra de Banco Pastor.

Ha abogado por no seguir las recomendaciones de los mercados sobre el modelo de negocio que deben aplicar los bancos y ha apostado por volver a seguir las buenas prácticas de antaño.

Higuera ha precisado que los productos que más ingresos proporcionan a los bancos son los créditos a empresas y al consumo y ha comentado que la tecnología servirá para mejorar la eficiencia del sector.

En cuanto a la regulación del sector, el directivo ha indicado que las nuevas normas de Basilea III no servirán para evitar crisis futuras y exigirán inversiones cuantiosas en tecnología que servirán, al menos, para conocer mejor a los clientes.