Bankia certifica que las 'black' ya se emitían antes de la llegada de Blesa

  • El director de tecnología y organización de Bankia admite que una visa, a nombre de un ex consejero delegado de la Corporación Cajamadrid, fue emitida el 3 de mayo de 1994.

    Para la acusación popular la fecha no demuestra nada ni exime de responsabilidad a los principales acusados. "Que se emitan en 1994 no significa que sean black".

Rodrigo Rato y Miguel Blesa
Rodrigo Rato y Miguel Blesa

¿Eran tarjetas sólo para gastos de representación o formaban parte de la retribución de los directivos? Esa es la cuestión que sostiene el caso de las tarjetas de Bankia. ¿Son tarjetas black? ¿No son tarjetas black? Los acusados aseguran que ellos simplemente hicieron uso de parte de su retribución, según las instrucciones de la entidad. No sólo eso. Los miembros del Consejo de Administración defienden que ellos simplemente continuaron con una práctica que venía desarrollándose desde 1988 y a la que ni la inspección de Hacienda ni el Banco de España pusieron nunca ninguna pega.

Jaime Terceiro dijo en su día que en su época como presidente de Caja Madrid entre 1988 y 1996 no había tarjetas black, pero ahora, un documento firmado por un responsable de Bankia y aportado al tribunal de la Audiencia Nacional que juzga el caso de las tarjetas black certifica que una de las tarjetas investigadas se emitió en el año 1994, es decir, antes de que el acusado Miguel Blesa fuese elegido presidente de Caja Madrid.

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En el documento, que recoge El Mundo, el director de tecnología y organización de Bankia, Carlos Torres García, admite que dicha visa, a nombre del ex consejero delegado de la Corporación Cajamadrid José María García Alonso, fue emitida el 3 de mayo de 1994, todavía durante la presidencia de Jaime Terceiro.

José María García Alonso, antiguo directivo de la entidad y ex consejero delegado de Corporación Financiera Caja Madrid, se incorporó a la caja en 1988 y se jubiló en enero de 2003. En la actualidad, no está sentado en el banquillo de los acusados porque su presunto delito prescribió.

Sin embargo, para las acusaciones populares la fecha no demuestra nada ni exime de responsabilidad a los principales acusados. "Que se emitan en 1994 no significa que sean black. No se ha conseguido probar en ningún momento que esas tarjetas de la época de Terceiro no fueran para gastos de representación", señala Andrés Herzog, abogado de la acusación popular CIC, en un información que publica LaSexta en su página web 

Hace unos días, la Fundación MonteMadrid, heredera de Caja Madrid, validó ante tribunal de la Audiencia Nacional que juzga el caso de las black los documentos sobre las condiciones de contratos de las tarjetas admitidos como prueba del uso presuntamente fraudulento de las visas.

Estos documentos contradecían la versión del expresidente de Caja Madrid Jaime Terceiro prestada como testigo. En una resolución de la Sala de Lo Penal, recogida por Europa Press, se exponía que directora financiera de la Fundación había cotejado dichos documentos -de 1988 y 1992- presentados por la defensa del exconsejero de Caja Madrid a propuesta del PP, Alberto Recarte, en los que se da instrucciones sobre el límite de gastos de las black y el pin de las mismas.

Con estos contratos la representación procesal de los 65 exaltos cargos y directivos de Caja Madrid y Bankia -al que se les imputa delito continuado de apropiación indebida y administración desleal- buscan desmontar la declaración del expresidente de la caja extinta en calidad de testigo ante el tribunal y quien dijo que los plásticos nacidos en base a un acuerdo del Consejo de Administración de 1988 eran "exclusivamente" para gastos de representación.El juicio de las black

Los procesados por las black gastaron un total de 12 millones con cantidades que van desde los 1.000 a los 456.000 euros entre 2013 y 2012.

El juicio por las tarjetas 'black' que arrancó el pasado septiembre y sienta en el banquillo de los acusados a 65 exconsejeros y directivos de Caja Madrid y Bankia, entre ellos sus respectivos presidentes, Miguel Blesa y Rodrigo Rato.

Los 65 cargaron a su tarjeta gastos de joyerías, tiendas de ropa, restaurantes, viajes, ropa de marca o menaje del hogar. Durante el tiempo que hizo uso de su tarjeta, Rato se benefició de estancias en hoteles de cuatro y cinco estrellas, de accesorios de Louis Vuitton, o de compras en diversos bazares (en una realizada en diciembre de 2010 abonó 2.439 euros), según se desprende del desglose de gastos.

El exvicepresidente de la entidad crediticia madrileña y exmiembro de Izquierda Unida, José Antonio Moral Santín, cuenta con cerca de 400 cargos en restaurantes si bien casi la totalidad del importe que se le atribuye corresponde a extracciones de efectivo en los cajeros. Otros, como el exconsejero nombrado por el PSOE José María de la Riva llegó a invertir en un tratamiento en una clínica de talasoterapia en 2007 un total 1.753 euros.

Compras en joyería, como la realizada por el exdirectivo Matías Amat de 10.000 euros, el gasto en más de 11.100 euros en armerías por parte del exresponsable de Empresas de Caja Madrid, Carlos Vela,o los 6.436 euros en diversos viajes que se dejó el exconsejero de Hacienda de la Comunidad de Madrid, Ramón Espinar, son algunos de los importes destacados.

Anticorrupción solicita seis años de prisión para Blesa y cuatro años y seis meses para Rato. Mientras, para el resto de los acusados las penas reclamadas oscilan entre uno y cuatro años dependiendo de si se han devuelto o no las cantidades gastadas. El juicio regresa el 5 de diciembre con más informes de las partes, incluida la Fiscalía, que podrá modificar algunas de las peticiones de prisión o las conductas que atribuye. Aún queda mucho por ver.

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