El impuesto que Barack Obama, presidente de Estados Unidos, quiere imponer a las entidades financieras para penilizar sus excesos podría atravesar el Atlántico y salpicar a varios bancos europeos. Entre ellos figuran los españoles Santander y BBVA, presentes en el país a través de Sovereing y Compass.
Estas dos entidades figuran entre las mayores del país y, por tanto, se enfrentan al riesgo de formar parte de la lista negra que ha diseñado Obama para cobrarse este nuevo impuesto.
Aunque la tasa todavía debe recibir el visto bueno del Congreso estadounidense, el presidente desveló ayer las grandes líneas de su plan, que se circunscribe a las 50 millones entidades del país, sin distinguir, al menos por el momento, entre entidades que hayan sido rescatadas con dinero público y las que no.
El gravamen implicará, según los cálculos de los expertos, el pago de1,5 millones de dólares por cada 1.000 millones de activos de lasentidades. El 60% de la recaudación total provendrá de las diez mayoresfirmas financieras de Estados Unidos.
Sovereing tiene unos activos de 68.700 millones de dólares, mientras que Compass suma 64.100 millones de dólares. Según este cálculo, el impacto que podría tener la tasa en las filiales norteamericanas de Santander y BBVA sería de 103 y 96 millones de dólares (70 y 66 millones de euros), respectivamente.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios