Berlín.- La ministra alemana de Agricultura, Ilse Aigner, reclama un mayor control directo sobre los piensos, tras las nuevas sospechas de contaminación con dioxinas de las que responsabiliza a las autoridades de los "Länder".
"Por el momento, el reparto actual de competencias me impide un control práctico sobre los controles de los 'Länder'", indicó la ministra, en unas declaraciones que publica hoy el dominical "Bild am Sonntag".
La titular de Agricultura, de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), reaccionó ayer con indignación a las nuevas revelaciones sobre unas partidas de pienso para animales, producidas en Baja Sajonia (norte), que no pasaron por los controles prescritos.
Como medida inmediata, Aigner ordenó el precinto de 934 granjas, entre explotaciones avícolas y porcinas, que habían recibido esos piensos y ubicadas en varios estados federados alemanes.
Además, exigió explicaciones sobre el asunto a las autoridades de Baja Sajonia, y especialmente al primer ministro, David McAllister, y el responsable de Agricultura del "Land", Friedrich Otto Ripke.
Aigner calificó lo ocurrido de "escándalo dentro del escándalo", ya que en plena alarma en el sector agropecuario alemán por la contaminación con dioxinas se sigue sin ejercer un control sobre los piensos, nada menos que en el estado donde se originó el caso.
Baja Sajonia concentró la gran mayoría de cierres temporales ante las primeras sospechas de contaminación, hace diez días, que provocaron el precinto de más de 4.000 explotaciones, de las cuales unas 400 siguen cerradas.
El sábado salió a la luz que un fabricante de piensos, a su vez suministrador de la primera empresa de la que surgió el escándalo, también de ese "Land", no había pasado los controles.
El caso ha pasado a la fiscalía, que investiga por presuntas negligencias tanto a los fabricantes como a otros implicados.
Aigner presentó el pasado viernes un catálogo de medidas para incentivar y regular los controles a los piensos para animales.
El plan de la ministra, que se espera sea aprobado en Consejo de Ministros el miércoles, contempla el establecimiento de controles exhaustivos y un endurecimiento de las penas a los infractores.
Su objetivo es mejorar cuantitativa y cualitativamente la supervisión de la alimentación del ganado empleado para el consumo alimenticio humano y obligará a los fabricantes a obtener una licencia específica, a detallar la composición de sus productos ante las autoridades y a suscribir un seguro de responsabilidad civil.
Además, intensificará el control en toda la cadena de producción, establecerá un sistema de alerta temprana y sancionará la separación total a nivel productivo de las grasas destinadas directa o indirectamente a la alimentación humana y las de uso industrial.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios