Bernardo Fernández teme más a delincuencia de "cuello blanco" que al "narco"

  • El escritor e ilustrador mexicano Bernardo Fernández "Bef", autor de novelas policíacas, afirmó hoy que son "más temibles y brutales" los delincuentes de cuello blanco que los grandes líderes de los grupos criminales dedicados al narcotráfico.

Alberto Cabezas

México, 29 jun.- El escritor e ilustrador mexicano Bernardo Fernández "Bef", autor de novelas policíacas, afirmó hoy que son "más temibles y brutales" los delincuentes de cuello blanco que los grandes líderes de los grupos criminales dedicados al narcotráfico.

"Alguien que tiene la capacidad de desaparecer una empresa donde hay 10.000 trabajadores porque hay una conveniencia económica, eso me parece mucho más violento, aunque no sea tan cruento", declaró el autor en entrevista con Efe.

"Lo que a mí realmente me indigna es que sea gente que está tan tranquila, en general, los de cuello blanco. Los 'narcos' aparecen (en carteles de 'se busca') y ellos, en las páginas de sociales. Eso es quizás lo que más me molesta", aseguró.

"Bef" acaba de lanzar en México una nueva novela, "Cuello blanco" (Grijalbo, 2013), que comienza de forma trepidante, con un primer capítulo breve, pero con un secuestro, un intento de violación y el asesinato de dos agentes de la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA, por su sigla en inglés) en el centro de Ciudad de México.

A partir de ahí una detective privada, Andrea Mijangos, parte a Europa en busca de su antagonista, Lizzy Zubiaga, la "reina de las drogas sintéticas", quien trata de crear un gran banco para que los criminales blanqueen capitales.

"No es un (libro) ni de crónica ni de denuncia porque es de imaginación, una novela policíaca, pero lidiando con esos temas", explicó.

"Cuando empecé a investigar todo el asunto descubrí que es dificilísimo ya ni siquiera de perseguir, sino tipificar como delito. Es una máquina que se protege a sí misma", apuntó.

"El problema es que los niveles de dinero que produce el crimen no se pueden manejar en efectivo. Es un dinero que se tiene que colocar en el circuito financiero de distintas maneras, pero no se puede tener. Ese es el gran problema", señaló.

El escritor reconoció que no logró "llevar la trama al nivel macroeconómico" por faltarle "las herramientas para poder hacerlo", ya que "llegó un momento en que ya no entendía cómo era" el negocio.

"Me parece que siempre ha habido una parte del sistema financiero que se dedica a eso, siempre, siempre. A lo mejor en los años treinta era el licor y ahora es el dinero de las drogas, pero siempre ha habido una parte (corrupta)", aseveró.

Para Fernández un rasgo fundamental de los delincuentes de cuello blanco es que son personas sin escrúpulos a quienes, aunque se les vea como personajes de los tiempos modernos, son tan antiguos como la banca misma.

"Creo que ha sido siempre un momento propicio para los 'enjuagues' (manejos financieros ilícitos)", dijo el autor, quien añadió que mientras el destino de los grandes criminales "casi siempre trágico", a los de cuello blanco "nadie les persigue".

En la novela no hay ánimo de venganza, pero sí ganas de poner "en aprietos" a personas que detrás de "esa fachada tan glamurosa" que tienen lo que hacen es "un montón de marranadas".

"Es un cinismo a prueba de todo, si no, no podrían dormir. No tienen conciencia", señaló el escritor, que se documentó con dos de ellos para conocer de cerca ese mundo.

Sobre lo ocurrido en España con las acciones preferentes, que han perdido buena parte de su valor y han esquilmado los ahorros de miles de personas en la actual crisis, el autor mexicano dijo que ve "un chiquero".

Buena parte de la fuerza de la novela descansa sobre sus dos protagonistas-mujeres, tan escasas en el mundo de la literatura policíaca.

"La exploración con este ojo ajeno de lo femenino" que comenzó con las mismas protagonistas en el "thriller""Hielo negro" en 2011 ha sido todo "un reto creativo", comentó.

"Era muy desmitificador ese tipo de personajes (femeninos)" y "muy divertido moverlas hacia donde yo quería porque no hay muchos referentes de mujeres en novela policíaca", apuntó el escritor.

Reconoció que hay quien hace una lectura crítica de esa elección de féminas duras, con pocas contemplaciones y vinculadas al mundo criminal, pero no está de acuerdo con que ello las descalifique.

"Me parece mucho más misógino José Alfredo Jiménez que yo. La música de los mariachi me parece mucho más misógina que lo que yo hago", aseveró.

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