Caja Madrid y Bancaja pedirán 4.500 millones al FROB

Los consejos de Bancaja y Cajamadrid han pactado los términos en los que nacerá la tercera entidad por volumen de activos, sólo superada por Santander y BBVA. El nuevo Sistema Integral de Protección (SIP) va a solicitar al FROB la friolera de 4.500 millones de euros, una cifra sin precedentes en los procesos de integración de cajas que hasta hoy ha registrado el sistema financiero español.

En cualquier caso, el de hoy es un principio de acuerdo entre ambas entidades que deberá ser ratificado por los consejos extraordindarios que se celebrarán el próximo lunes. Las dos partes han pactado que la sede social y la dirección de participadas estará en Valencia, mientras que la sede operativa corresponderá en Madrid.

Aún no se conoce oficialmente la cúpula de la caja, aunque Rodrigo Rato, presidente de Cajamadrid, será con toda seguridad el presidente y José Luis Olivas, presidente de la caja valenciana, será el vicepresidente de la nueva entidad.

Con la operación, nace un grupo con activos por valor de 340.000 millones de euros -será el tercero del país sólo superado por los dos grandes bancos, BBVA y Santander- y con un volumen de negocio de 376.000 millones, que lo sitúa a la cabeza del sector financiero español.

Por lo tanto, la operación crea la mayor caja de ahorros española por volumen de activos, por delante de La Caixa, que tras la integración de Caixa Girona suma 279.688. A la integración de Caja Madrid y Bancaja podrían sumarse las entidades que ya habían acordado con Caja Madrid una fusión fría: Laietana, Segovia, Ávila, Insular y Rioja.

Tras el rechazo de Caixa Galicia y la CAM, Rodrigo Rato ha conseguido la gran fusión que tanto ha peleado al tener prácticamente cerrada una integración con Bancaja mediante una fusión virtual, técnicamente conocida como Sistema Integral de Protección (SIP). Y lo ha hecho después de que Bancaja haya renunciado a seguir su camino en solitario.

El punto de inflexión fue la rebaja de rating que sufrió la entidad el pasado 1 de junio, que dejó la calificación de su deuda a un paso del bono basura, dio un giro de 360 grados a la situación. En ese momento, se desempolvaron los planes de integración con Caja Madrid y, poco a poco, se ha ido avanzando en unas negociaciones avivadas por Rato y respaldadas por el Banco de España.