Pekín, 9 jul.- El Gobierno chino ha aprobado un nuevo plan que permitirá que los bancos extranjeros puedan establecer directamente filiales propias en la nueva zona de libre comercio que se creará en Shanghái, informó hoy el rotativo hongkonés "South China Morning Post", que cita fuentes gubernamentales.
En un movimiento para acelerar la apertura de su sector financiero, el Ejecutivo chino dejará que los bancos extranjeros abran sus propias oficinas en esta zona y les autorizará el establecimiento de entidades conjuntas con socios de la China continental, aunque la parte extranjera controle la mayoría de las participaciones.
Este paso, según apuntan las mismas fuentes, reduce "en años" el proceso actual que tienen que pasar las entidades financieras foráneas para abrir sucursales en la China continental.
Se prevé que la fase preliminar de zona de libre comercio de Shanghái, cuyo proyecto lo aprobó el 3 de julio el Consejo de Estado chino, esté lista entre 2016 y 2017 y, según el mismo organismo, "será una nueva plataforma para la cooperación económica con otros países que allanará el camino para un crecimiento económico todavía mayor".
El procedimiento actual obliga a las entidades financieras a establecer primero una oficina de representación en China -se utiliza básicamente para fines de comunicación y consultoría- que se puede convertir en una sucursal bancaria si, después de dos años, el banco en cuestión no ha incumplido ninguna de las normas financieras marcadas.
Si la entidad quiere ampliar su número de oficinas tiene que someterse a un nuevo proceso de aprobación y revisión por parte de la Comisión Reguladora Bancaria de China y los organismos gubernamentales correspondientes.
Los planes de Pekín para esta nueva zona de libre comercio también se basan en animar a las empresas privadas nacionales y extranjeras de servicios financieros a participar en él para convertir la zona en "un campo de pruebas" de las reformas necesarias para liberalizar los flujos de capital en China.
Shanghái, que cuenta ya con el puerto mercante más activo del mundo, tendrá así la primera zona de este tipo en territorio continental chino bajo el Convenio de Kioto.
Así se conoce a la Convención Internacional para la Simplificación y la Armonización de los Procedimientos Aduaneros, de 1974, que establece que en una zona de libre comercio se puede depositar, manejar, fabricar, reconfigurar y volver a exportar productos sin la intervención de las autoridades aduaneras locales.
Shanghái ya tenía cuatro zonas francas para depositar, manejar y almacenar sin trámites aduaneros en sus instalaciones portuarias de Waigaoqiao y Yangshan y sus aeropuertos de Hongqiao y Pudong, cuya experiencia e instalaciones serán aprovechadas para el diseño de la nueva zona.
China se ha fijado el objetivo de que Shanghái se convierta en uno de los principales centros comerciales, financieros y logísticos del mundo para 2020, con un funcionamiento en todos estos sectores de acuerdo a los estándares internacionales y una influencia mundial comparable a las que tienen Nueva York, Londres o Hong Kong.
A día de hoy, del aproximadamente billón de yuanes que está en depósitos fuera de la China continental, un 70 por ciento se encuentra en Hong Kong, convirtiéndose así en el mercado de yuanes más importante del mundo.
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