Roma, 3 jul.- La compañía Costa Cruceros, propietaria del barco "Costa Concordia" que encalló el pasado 13 de enero frente a la costa italiana, niega que la caja negra de la nave quedara inutilizada tras una avería registrada cuatro días antes del naufragio, que causó 30 muertos y 2 desaparecidos.
Mediante un comunicado divulgado hoy en su sede de Génova, Costa Cruceros sale al paso de la información publicada este martes por el diario milanés "Corriere della Sera", que asegura que los investigadores que trabajan en el caso han podido saber que la caja negra del barco sufrió una avería el 9 de enero sobre la que no se llegó a intervenir.
La caja negra, conocida técnicamente como VDR (Voyage Data Recorder), "únicamente había registrado un código de error, lo que no implica que el aparato estuviera inutilizado, tal y como demuestra el hecho de que los datos que contenía estaban totalmente en línea con las expectativas de los ingenieros", reza el comunicado.
Costa Cruceros asegura además que "no existe ninguna regulación o convención internacional que prohíba a un barco navegar en una situación similar", como sostiene el periódico, que cita tanto las declaraciones que testigos e investigados han facilitado a las autoridades judiciales como correos electrónicos de la naviera.
Según "Corriere della Sera", en esos correos queda en evidencia cómo el aviso de la avería de la caja negra se dio el día después de que esta se produjera y cómo se acordó finalmente con una compañía especializada una intervención para su reparación el 14 de enero, al día siguiente de que se produjera el naufragio.
"Le adjunto copia de todas las comunicaciones entre la nave, la empresa y yo. De los correos electrónicos se deduce que el aviso del barco se hizo a las 18.02 del 10 de enero. Yo he leído y reenviado el correo a la empresa a las 10.46 del 11 de enero", dice el responsable técnico de Costa Cruceros, Pierfrancesco Ferro, en un correo del 22 de enero para el director general, Gianni Onorato.
"La intervención ha sido programada a las 14.34 horas del 11 de enero para el día 13 en Civitavecchia (el puerto próximo a Roma desde el que partió el crucero antes de naufragar) o lo más tarde para el 14 en Savona (adonde nunca llegó el barco). Posteriormente la empresa me ha comunicado telefónicamente que intervendría en Savona", añade.
Según el diario, los investigadores han advertido cómo desde las 23.36 horas del 13 de enero, es decir, unas dos horas después de que el barco encallara frente a la isla de Giglio y en plena evacuación, no hay ningún tipo de registro en los sistemas de grabación del barco, algo que se suma a la falta de documentos y datos que se había venido produciendo los días anteriores.
"Corriere della Sera" asegura, en base al testimonio de algunos de los citados a declarar, que el "Costa Concordia" viajaba con las puertas estancas abiertas y con cartas náuticas sin aprobación.
Pero Costa Cruceros afirma que "los datos del VDR no apoyan la afirmación de que las puertas estancas estuvieran abiertas debido a problemas con el sistema de control de potencia eléctrica" y que el barco "estaba equipado con todas las cartas náuticas necesarias, en papel y electrónicas, para completar el viaje planeado".
En este sentido, la naviera apela a la responsabilidad del capitán del crucero, Francesco Schettino, que permanece en arresto domiciliario, pues es él quien "debe verificar que el buque está provisto de las cartas náuticas necesarias", recordando que "el barco nunca debió navegar tan cerca de la costa" de la isla del Giglio, ante la que encalló.
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