Cuatro verdades para rebajar el peligro de la prima de riesgo

  • La popularización de este término ha desatado los temores más allá de lo que exige el verdadero termómetro de la salud de la deuda española: la rentabilidad. Aquí tienes los cuatro puntos que, sin defender el optimismo, sí abogan por poner en su justo sitio al alarmismo.

Ruth Ugalde

Y, al final, lo inimaginable ocurrió: la prima de riesgo es motivo de conversaciones de café, sobremesas familiares y debates en Twitter. El problema de que este término se haya popularizado acompañado de titulares catastrofistas es que ha enterrado al verdadero termómetro de la salud de la deuda española: la rentabilidad.

Del mismo modo que cuando una familia pide un crédito el banco le exige unos intereses, que serán mayores o menores en función de su solvencia y garantías, a España los inversores le piden una rentabilidad determinada para comprarle las emisiones del Tesoro.

Como referencia de esta rentabilidad se toma la del bono a diez años y la diferencia entre la del español y al del alemán es lo que se conoce como prima de riesgo.

A partir de esta reflexión, hay cuatro medias verdades que demuestran que la salud soberana española no está tan mal como se puede pensar si sólo se tiene en cuenta la prima y no la rentabilidad:

1-. No hemos llegado al máximo de noviembre de 2011: A finales del año pasado, cuando las tensiones desatadas en Italia forzaron la dimisión de Silvio Berlusconi y la constitución de un Gobierno de tecnócratas liderado por Mario Monti, la rentabilidad del bono español llegó a situarse en el 6,72%. La semana pasada, a pesar de todas las alarmas y de los rumores de un rescata inminente, no pasó del 6,7%.

2-. Estamos lejos del 7,48% que llegó a marcar Italia: Más signicativo resulta comprobar que, a pesar de todos nuestros males, el mercado todavía nos pide mucho menos de lo que llegó a exigir a Italia en aquel fatídico noviembre de 2001.

De hecho, el 6,4% en que se sitúa actualmente la deuda soberana española está mas de un punto porcentual por debajo, lo que llevado al tipo de medida de la prima de riesgo serían 100 puntos menos del máximo que llegó a marcar el país transalpino.

3-. Cerca de 60 puntos son culpa de Alemania: Como la prima de riesgo es la diferencia entre la rentabilidad del bono español y del alemán, ésta se tensiona tanto porque los inversores pidan una mayor rentabilidad a España, como por que recorten la que solicitan al país de Ángela Merkel.

De hecho, el Banco de España asegura que unos 60 puntos de la prima de riesgo española son irreales y responde a la caída de la rentabilidad germana, no al empeoramiento de nuestra deuda soberana, ya que el bund alemán se ha convertido en un valor refugio ante los temores que se ciernen sobre el euro.

Si se descontaran esos 60 puntos al máximo que llegó a marcar la prima de riesgo la semana pasada, ésta nunca habría superado la psicológica barrera de los 500 puntos.

4-. Más barato que el año pasado: Los últimos datos oficiales del Banco de España, que llegan hasta el cierre de abril, desvelan que a pesar del terremoto soberano, el Tesoro se ha financiado un 22% más barato en los cuatro primeros meses de este ejercicio que en el mismo periodo del año pasado.

En concreto, la rentabilidad media se ha situado en el 3,04%, frente al 3,9% que exigieron los mercados en 2011. Unos números que tienen en cuenta todos los plazo de la deuda, desde las emisiones de letras a 3 meses, hasta las obligaciones a 30 años.

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