Debate sobre peaje en las autopistas enturbia clima en el gobierno alemán

  • El debate sobre los planes de introducción de un peaje para automóviles particulares en las autopistas alemanas enturbia cada vez más las relaciones entre los partidos que forman parte del gobierno de Angela Merkel.

Rodrigo Zuleta

Berlín, 7 sep.- El debate sobre los planes de introducción de un peaje para automóviles particulares en las autopistas alemanas enturbia cada vez más las relaciones entre los partidos que forman parte del gobierno de Angela Merkel.

El primer ministro bávaro y jefe de la Unión Cristianosocial (CSU), Horst Seehofer, acusó hoy, en declaraciones al "Süddeutsche Zeitung", de "sabotaje" al ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, después de que se conocieran las reservas que hay en esa cartera ante los planes del titular de Transporte, Alexander Döbrind.

La introducción de un peaje en las autopistas alemanas es un programa de la CSU, partido considerado como el ala bávara de la Unión Cristianosocial (CDU) de la canciller Angela Merkel.

Para CSU, el peaje fue uno de los caballos de batalla durante la campaña electoral -la idea era que lo pagasen los coches con matrícula extranjera- pese al escepticismo que había en algunos sectores de la CDU.

La propia Merkel puso ya como condiciones para un peaje que éste tendría que estar de acuerdo con el derecho europeo -lo que hacía difícil que sólo lo tuvieran que pagar extranjeros- y que, a la vez, no significara una carga adicional para los automovilistas alemanes.

Tras las elecciones y la formación de la gran coalición, la CSU no sólo tenía que tratar de llegar a un acuerdo con la CDU sino también con el Partido Socialdemócrata (SPD) que, durante la campaña, se había opuesto a la introducción de un peaje.

El acuerdo de coalición, sin embargo, consagró que se debía buscar la introducción del peaje aunque con las condiciones señaladas con Merkel lo que, para muchos críticos, era como tratar de lograr la cuadratura del círculo.

Dobrindt, que antes de llegar al ministerio de Transporte era secretario general de la CSU, trató de resolver la tarea con un plan que contempla que a los automovilistas alemanes se les reduciría del impuesto de circulación el monto del peaje.

La revista "Der Spiegel", en su edición de la próxima semana, sostiene que de varios ministerios han surgido críticas a los planes de Dobrindt.

En Finanzas creen que los costos del sistema pueden terminar siendo mayores que la recaudación y Schäuble, según varios medios, está preparando un plan alternativo.

En Interior -cuyo titular es el cristianodemócrata Thomas de Maiziere- existe la preocupación que una ley basada en los planes de Dobrind no sobreviviría una demanda ante el Tribunal Constitucional.

En Economía -el ministerio del socialdemócrata Sigmar Gabriel- los expertos dicen que la vinculación del peaje al impuesto de circulación sólo sería legítima si este último se destinara completamente al mantenimiento de la estructura de carreteras, lo que implicaría una reforma fiscal.

Además, los planes se enfrentan con la resistencia de muchos estados federados, que podrían bloquear el proyecto en la cámara alta (Bundesrat) donde están representados los 16 gobiernos regionales.

En Baviera -la patria de la CSU- la idea es bien recibida en parte porque los países vecinos, Austria y Suiza, tienen peajes para las autopistas.

En cambio en el occidente del país, donde los vecinos Holanda y Bélgica no cobran peajes, hay preocupación de que la introducción de un peaje termine espantando turistas extranjeros.

La duda principal de momento es que el proyecto llegue a esa instancia porque de momento no parece tener buenas cartas ni siquiera para ser aprobado en el Consejo de Ministros.

Seehofer ha amenazado con una crisis de coalición si el proyecto no avanza y ha dicho que a más tardar tras las elecciones regionales del próximo domingo en Turingia y Brandeburgo debe haber progresos claros.

Tras los comicios, según Seehofer, se acabará la tregua con los socios de coalición.

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