Desmantelada una banda que robaba baterías de repetidores de telefonía móvil

La Guardia Civil ha desmantelado una banda que se dedicaba a robar baterías de repetidores de telefonía móvil. Estas antenas son fundamentales para las llamadas de móviles y para las comunicaciones ferroviarias.
Según informó el Instituto Armado, en el marco de esta operación se ha detenido a ocho personas, todas ellas españolas y con antecedentes policiales. Se han recuperado más de 200 baterías (cuyo peso supera los 50 kilos cada una); cerca de tres toneladas de cobre; y 30 toneladas de raíles ferroviarios
Los ahora detenidos llegaron a dejar amplias zonas de población sin cobertura de telefonía, con el consiguiente perjuicio para los usuarios. Vendían el material robado en chatarrerías.
La investigación tenía su inicio a mediados del pasado año 2011, tras detectarse un incremento de denuncias de robos en las denominadas estaciones de base BTS (Base Tranceives Station), conocidos comúnmente como repetidores de telefonía móvil.
ROBOS RÁPIDOS
Estas estaciones suelen situarse estratégicamente en zonas elevadas o en torretas, con la finalidad de garantizar las comunicaciones telefónicas y dar una mejor cobertura a los usuarios de las mismas. Para que estas estaciones funcionen, deben tener suministro eléctrico constante, por lo que cuentan con baterías alternativas para el caso de que falle el suministro eléctrico habitual.
Eran estas baterías las que eran sustraídas tras violentar los accesos a las citadas estaciones. Estos robos han llegado a ocasionar graves trastornos en distintos puntos de Madrid en lo relativo a las comunicaciones telefónicas y ferroviarias, con el consiguiente perjuicio para los usuarios y las empresas afectadas.
Algo que llamó la atención a los agentes era la pericia con la que los ahora detenidos lograban sustraer estas baterías de grandes dimensiones. En cuestión de minutos, los arrestados, tras romper la valla perimetral y cortar los cables que las mantenían activas, cogían las baterías y huían a toda velocidad con ellas. Los objetos robados eran escondidos en distintos puntos de almacenaje, entre ellos un local en el madrileño barrio de Hortaleza.