Desmantelada una red que usurpó la identidad de más de 500 personas para robar móviles


La Guardia Civil, en el marco de la operación ‘Phone’, ha detenido a 16 personas y ha imputado a otras 4 que pertenecían a una organización criminal dedicada a estafar efectos tecnológicos de alta gama usurpando la identidad de más de 500 personas en todo el territorio nacional.
Según indicó este jueves el Ministerio del Interior, la operación se inició el pasado mayo, cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de la existencia de un grupo de personas que podría estar dedicándose a realizar estafas usurpando la identidad de clientes de telefonía móvil.
Por tal motivo, se estableció un dispositivo de seguimiento sobre este grupo de personas, dando como resultado la detención e imputación de 13 hombres y 7 mujeres de nacionalidades española, rumana y marroquí como supuestos autores en diferente grado de los delitos de falsedad documental, usurpación de estado civil, estafa, extorsión y pertenencia a organización criminal.
La organización estaba asentada en las provincias de Valencia, Castellón, Alicante, Málaga y Zaragoza. Para desarrollar la actividad ilícita, los miembros de la organización conseguían datos reales de terceras personas sustrayendo las facturas de móvil que cogían de los buzones de las viviendas.
Una vez conseguidos los datos de clientes de telefonía, los estafadores llamaban a las compañías y se hacían pasar por estos clientes para contratar nuevas líneas de teléfono asociadas a las ya existentes y solicitar nuevos terminales de alta gama. Igualmente, la organización realizaba este proceso vía Internet.
La organización falsificaba la documentación personal de los clientes para recoger los paquetes que contenían los terminales en oficinas postales o bien por mensajería privada. Una vez que tenían en su poder los efectos tecnológicos, los comercializaban rápidamente tanto en España como en Marruecos.
En la operación se ha realizado 7 registros, 6 ellos en viviendas y uno en un comercio en las localidades de Algemesi y Alzira (Valencia) y Vinaroz (Castellón), donde se han intervenido efectos procedentes de las estafas, cuyo valor asciende a más de 300.000 euros.

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