Barcelona, 9 may.- La empresa textil Dogi ha cerrado el primer trimestre del año con unas pérdidas de 1,01 millones de euros, un 32 % menos que en el mismo período del año pasado, cuando perdió 1,49 millones, pero sigue buscando un socio industrial para poder mantener su actividad.
En una comunicación al regulador bursátil, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la empresa con sede en El Masnou (Barcelona) recuerda que ha solicitado el aplazamiento del pago de su deuda concursal hasta el 31 de julio de este año con el fin de concretar la entrada de un potencial inversor industrial.
Dogi asegura que los propietarios del 54 % de esa deuda han dado su visto bueno al aplazamiento, mientras que el Instituto Catalán de Finanzas, con el 31 % de la deuda, es el único de los acreedores de peso que no ha firmado el acuerdo, si bien se ha comprometido verbalmente a respetar el plazo solicitado.
La textil Dogi ha propuesto una ampliación de capital de 4,7 millones de euros, en paralelo a una reducción por valor de 5,26 millones para restablecer su equilibrio patrimonial, de forma que consiga compensar pérdidas y tratar de obtener liquidez para la compañía.
La firma, que fabrica tejidos para ropa interior y baño, asegura que si ese inversor no llega, o bien si no garantiza la renegociación de la deuda, se deberá atener a lo previsto "en la ley concursal".
Dogi ha convocado una junta de accionistas el próximo 19 de junio para intentar cubrir la ampliación de capital, y si no lo logra, entraría en causa de disolución.
En este trimestre, Dogi redujo sus ventas un 7 %, hasta los 10,60 millones de euros, una caída que se elevó hasta el 8,5 % en España.
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