EEUU ultima estudio de oleoducto Keystone que puede decepcionar a ecologistas

  • El Gobierno de EEUU prevé publicar, muy probablemente hoy, un informe clave para decidir si se construye o no el oleoducto Keystone XL, en el que se espera que decepcione a los grupos ecologistas que se oponen al proyecto al determinar que el impacto climático de construirlo no sería grave.

Washington, 31 ene.- El Gobierno de EEUU prevé publicar, muy probablemente hoy, un informe clave para decidir si se construye o no el oleoducto Keystone XL, en el que se espera que decepcione a los grupos ecologistas que se oponen al proyecto al determinar que el impacto climático de construirlo no sería grave.

El Departamento de Estado, encargado de evaluar el proyecto, ultima un informe denominado Estudio de Impacto Ecológico (EIS, en inglés) que tendrá un importante peso en la decisión final del presidente estadounidense, Barack Obama, sobre si construir el oleoducto, que recorrería el país desde Canadá al Golfo de México.

"El EIS está en su etapa final de preparación y esperamos que el documento se publique pronto", indicó hoy un portavoz del Departamento de Estado, que pidió el anonimato.

Según fuentes cercanas al proceso citadas por el diario Politico y la cadena CNN, el texto se publicará esta tarde.

Una vez divulgado se abrirá una nueva fase de 90 días en la que ocho agencias federales lo estudiarán y harán sus recomendaciones, y a continuación el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, enviará a la Casa Blanca su recomendación final acerca de si construir el oleoducto es de "interés nacional".

Será entonces, probablemente dentro de varios meses, cuando Obama tome una decisión definitiva sobre el proyecto, sobre la que pesará la presión a favor del oleoducto del Gobierno de Canadá, la industria petrolera y amplios sectores empresariales, pero también las denuncias en contra de ecologistas y asociaciones civiles.

En un primer análisis del oleoducto publicado en marzo de 2013, el Departamento de Estado sugirió que la tubería, proyectada por la empresa canadiense TransCanada, no supondría graves riesgos para el medio ambiente y, según dijo a Politico una fuente cercana al proceso, se espera que el informe EIS llegue a la misma conclusión.

Los detractores de Keystone XL insisten en los daños medioambientales que el proyecto ocasionaría en la zona, especialmente por un incremento en la emisión de gases contaminantes y la desestabilización de los ecosistemas costeros, además de porque el petróleo provendría de arenas bituminosas, consideradas muy contaminantes.

Obama ha hecho del combate contra el cambio climático una de las prioridades de su segunda legislatura, lo que, según organizaciones ecologistas como Sierra Club, es irreconciliable con autorizar el oleoducto.

"Obama tiene dos opciones: combatir la alteración climática o promocionar una política energética que incluya la expansión de combustibles sucios, como el crudo bituminoso", dijo hoy en un comunicado el director ejecutivo del Sierra Club, Michael Brune.

Según Brune, el oleoducto Keystone "suspende el examen climático básico, y no es provechoso para el pueblo norteamericano", por lo que Obama debe rechazar su construcción "de una vez por todas".

En cambio, la industria petrolera defiende que el conducto ayudaría a reducir la dependencia del crudo de Oriente Medio y, según el primer análisis del Departamento de Estado, la construcción del oleoducto generaría hasta 42.100 puestos de trabajo al año en EEUU.

Mientras, TransCanada ya ha construido la parte más meridional del oleoducto y a mediados de enero comenzó a transportar petróleo por ese segmento denominado Gulf Coast Project.

Además del estudio del Departamento de Estado, que se encarga de evaluar el proyecto debido a que cruza una frontera internacional, se espera que pronto se publique un informe del inspector general de esa misma agencia sobre una denuncia de Friends of the Earth.

De acuerdo con esa organización, el contratista encargado de revisar el proyecto para el Departamento de Estado no es objetivo debido a sus lazos con TransCanada y la industria petrolera, por lo que exigen que vuelva a comenzar todo el proceso de evaluación.

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