EEUU y UE, comprometidos con "ambiciosa" agenda comercial tras ronda técnica

  • La fase inicial de las conversaciones entre los EE.UU. y la UE para lograr un Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP) concluyeron hoy con una "ambiciosa" agenda en marcha y el objetivo explícito de elevar "la competitividad internacional" de ambas partes.

Alfonso Fernández

Washington, 20 dic.- La fase inicial de las conversaciones entre los EE.UU. y la UE para lograr un Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP) concluyeron hoy con una "ambiciosa" agenda en marcha y el objetivo explícito de elevar "la competitividad internacional" de ambas partes.

El jefe negociador europeo, el español Ignacio García Bercero, expresó su "satisfacción" por esta primera fase, que ha incluido tres rondas de negociación, y subrayó que la "ambiciosa agenda" avanza.

"No es una negociación rutinaria sobre comercio e inversiones", dijo García Bercero en la rueda de prensa de conclusión de las reuniones, en la que reconoció la complejidad de un tratado de estas características.

El acuerdo, de concretarse, constituiría la mayor zona de libre comercio global y abarcaría el 50 % de la actividad económica mundial.

Por su parte, Dan Mullaney, jefe negociador estadounidense, indicó que la meta sigue siendo la "eliminación de las barreras arancelarias" y una mayor "armonización regulatoria" a ambos lados del Atlántico.

"Buscamos incrementar la competitividad internacional" de las dos economías, indicó Mullaney.

Pese a las buenas palabras y a resaltar que las negociaciones se encuentran en uno de sus primeros capítulos y han sido hasta ahora de carácter técnico, García Bercero aprovechó la ocasión para subrayar que en ningún caso se trata de un acuerdo que pretenda la desregulación.

"El acuerdo mantendrá los mayores estándares para la protección del consumidor, el medioambiente, la salud y los trabajadores", precisó el negociador europeo.

García Bercero salía así al paso de las preocupaciones expresadas por varios grupos acerca de temas polémicos.

Entre ellos figuran las cuotas en el sector ganadero, las normas de comercialización de organismos genéticamente modificados o el programa de protección de inversiones mutuas que, especialmente en Europa, ha provocado suspicacias por un hipotético cambio de legislación que ampare denuncias de empresas.

García Bercero también rechazó que las cuestiones de privacidad de datos se encuentren entre los asuntos a negociar, e insistió en que el flujo de estos datos debe "cumplir la normativa europea".

Otro de los temas centrales será avanzar en la equiparación de las empresas de ambos lados para que puedan competir en igualdad de condiciones en licitaciones públicas, uno de los mercados más lucrativos.

Por parte estadounidense, las dudas se concentran en el sector de los alimentos, ya que considera que el marco planteado hasta el momento incluye numerosas restricciones desde Europa.

"Todas los aranceles y barreras de acceso al mercado deben ser suprimidos al final del periodo de transición. Los periodos de transición tienen que tener calendarios funcionales comercialmente, que deberían ser cortos y sin condiciones", señaló un comunicado firmado por medio centenar de asociaciones ganaderas y agrícolas de EE.UU. enviado a la oficina del Representante de Comercio Exterior.

Como siguiente paso, el plan prevé que en febrero o marzo de 2014 el comisario europeo de Comercio, Karel de Gucht, y el representante de Comercio Exterior de EE.UU., Michael Froman, se reúnan, una vez aclaradas las diferencias técnicas, para liderar el tramo político de las conversaciones.

Tras ello, y a modo de meta tentativa, se espera que a finales de 2014 se pueda anunciar un acuerdo que pase a ser ratificado por el Congreso de Estados Unidos, el Parlamento Europeo y los estados miembros.

Según un estudio de la Cámara de Comercio de EE.UU., si se aprueba el tratado se añadirán 120.000 millones de dólares a los 650.000 millones anuales que en la actualidad genera el comercio bilateral.

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