El aumento de la morosidad afecta a los resultados de la banca portuguesa

  • La banca portuguesa sigue atravesando momentos difíciles, tal y como reflejan sus cuentas del primer semestre del año, afectadas por el notable incremento de la morosidad y la necesidad de mejorar sus rátios de liquidez.

Oscar Tomasi

Lisboa, 7 ago.- La banca portuguesa sigue atravesando momentos difíciles, tal y como reflejan sus cuentas del primer semestre del año, afectadas por el notable incremento de la morosidad y la necesidad de mejorar sus rátios de liquidez.

Los impagos y retrasos en los créditos concedidos a particulares y empresas, que se sitúan ya en niveles récord, han obligado también a las entidades financieras lusas a reforzar sus provisiones, perjudicando así el resultado del ejercicio.

De los cinco principales bancos del país, dos cerraron la primera mitad del año en pérdidas, mientras que los otras tres acabaron en números verdes, aunque sus beneficios continúan lejos de los obtenidos en otras épocas.

El balance conjunto de estas entidades durante la primera mitad del año se saldó con unas pérdidas de 383 millones de euros, fundamentadas principalmente en el retroceso del Banco Comercial Portugués (BCP), que él solo ya presentó un perjuicio por valor de 544 millones de euros.

Lastrado por el resultado de sus operaciones en Grecia y en Portugal, el BCP también observa con preocupación el desplome del precio de sus acciones en la Bolsa de Lisboa, que cotizaban hoy por debajo de los diez céntimos, lo que las hace "presa fácil" de quienes buscan posiciones a corto plazo.

Igualmente con pérdidas, aunque más limitadas (-12,7 millones de euros), concluyó el semestre la estatal Caixa Geral de Depósitos, cuyos principales responsables ya avanzaron que esperan que sus resultados empeoren todavía más de aquí hasta final de año.

Por su parte, el Banco Espírito Santo (BES) registró unos modestos beneficios de 25,5 millones de euros, lo que supone una caída del 85 por ciento respecto al primer semestre de 2011.

El Santander Totta ganó 62,5 millones de euros, un 14 por ciento menos que un año antes, mientras que el Banco Portugués de Inversiones (BPI) fue el único en lograr una mejora de sus resultados (+7,5 %), hasta los 85,1 millones de euros.

En cualquier caso, las cifras contrastan con las obtenidas por estas mismas cinco entidades el año pasado, cuando cerraron el primer semestre con un beneficio conjunto superior a 500 millones de euros.

El retroceso de estos seis primeros meses de 2012 se explica principalmente por el incremento de la morosidad, derivada de una crisis económica que se prolonga desde hace varios años y cuyo máximo exponente es el desempleo, que sobrepasa en Portugal el 15 por ciento.

Según los últimos datos del Banco de Portugal, divulgados hoy, ya son más de 700.000 las familias -de las cerca de cuatro millones que hay en el país- que han incumplido algún pago en los préstamos suscritos con entidades financieras, una cifra nunca alcanzada antes.

De hecho, sólo en los últimos seis meses ya se han registrado más casos de impago que en todo 2011, con más de 34.000 familias en esta situación.

En líneas generales, el llamado crédito "en riesgo" o "de cobro dudoso" aumentó en junio hasta los 14.373 millones de euros, un nuevo máximo histórico del que casi dos tercios (más de 9.500 millones) corresponden a préstamos suscritos con empresas, según los datos del banco central luso.

A estas dificultades para cobrar se suma la obligación de las entidades financieras de reforzar sus rátios de capital para cumplir con los requisitos de la Autoridad Bancaria Europea, que exige para finales de año un Core Tier 1 por encima del 9 por ciento.

Para lograrlo, tanto el BCP como el BPI y la Caixa Geral han optado incluso por solicitar fondos públicos -pese a que ello conllevará un mayor control estatal de sus operaciones-, en la que supone una inyección de capital de 6.650 millones de euros.

Mostrar comentarios