El BCE no está seguro de que España pueda cumplir con su techo de déficit

  • El Banco Central Europeo (BCE) no está seguro de que España pueda cumplir este año con su tope de déficit, instó a seguir con la "agenda reformista" y ligó la caída de la prima de riesgo a cierta "estabilización de la actividad económica".

Juan Palop

Berlín, 12 sep.- El Banco Central Europeo (BCE) no está seguro de que España pueda cumplir este año con su tope de déficit, instó a seguir con la "agenda reformista" y ligó la caída de la prima de riesgo a cierta "estabilización de la actividad económica".

La autoridad monetaria analiza así la situación macroeconómica de España en su boletín mensual de septiembre, en el que también prevé que el desempleo permanezca sin cambios en los próximos meses en los países más afectados por la crisis y constata que sus empresas y familias siguen sufriendo la sequía crediticia.

El BCE indica que el déficit español en el primer trimestre alcanzó el 1,2 % del producto interior bruto (PIB) -frente al 1,4 % marcado en 2012- y que "recientes ejecuciones presupuestarias" son "en general mejores que el año pasado".

No obstante, advierte que "está previsto que los efectos de una serie de medidas de consolidación desaparezcan o se relajen en los últimos meses del año".

Por ese motivo, aduce que "es difícil de calibrar la probabilidad de cumplimiento con el objetivo de déficit para el conjunto de las administraciones para este año".

Que España logre contener su déficit público por debajo del 6,5 % señalado por la Comisión Europea (CE) dependerá entonces de "una fuerte recuperación" de los ingresos tributarios en la segunda mitad del año.

El BCE, con sede en Fráncfort (Alemania), insta a los países de la eurozona, especialmente a los más lastrados por la crisis, a "no descuidar sus esfuerzos para reducir el déficit y reducir sus niveles de deuda".

Asimismo les anima a "continuar con su agenda reformista" para "seguir reduciendo los desequilibrios, fomentar la competitividad, el crecimiento y la creación de empleo".

La autoridad monetaria aboga por una "consolidación fiscal" con "medidas procrecimiento", políticas económicas "para mejorar la competitividad" y "decididas reformas estructurales" para "reducir las rigideces" del mercado laboral.

El boletín de septiembre recoge asimismo la caída de la prima de riesgo entre los bonos soberanos a diez años de los países del sur de la eurozona en relación a su homólogo alemán, considerado un valor refugio y por ello con tipos de interés comparativamente menores.

En los últimos dos meses, "la evolución" de la deuda soberana de "los países que han experimentado las recesiones más profundas" ha sido "positiva", gracias "a la estabilización de la actividad económica", como señalan varios indicadores.

A pesar de esto, agrega el BCE, "el desempleo va a continuar siendo elevado" en la eurozona, y la lectura de los indicadores adelantados bosqueja un "progresivo descenso del empleo" en el bloque en el segundo semestre del año "pese a la mejora de las condiciones económicas".

El informe de la autoridad bancaria reconoce que, pese a los "progresos sustanciales" en la financiación de los bancos, persiste la fragmentación del mercado crediticio común, lo que hace que los tipos de interés de los préstamos sean más elevados en los países del sur que en el núcleo del bloque económico.

La institución presidida por Mario Draghi constata la contracción de los préstamos a las empresas y a las familias en el segundo trimestre y no prevé cambios significativos en este ámbito en los próximos meses.

El BCE aprovecha el boletín para descartar el riesgo de que las medidas monetarias expansivas que ha implementado en los últimos años para combatir la crisis puedan estar generando burbujas especulativas de activos.

"En el caso de la eurozona hay en la actualidad escasas evidencias de desajustes de precios amplios o de la formación de desequilibrios financieros", afirma la institución.

Por último, la autoridad monetaria reitera los pronósticos macroeconómicos para el bloque que anunció Draghi en su última rueda de prensa, la semana pasada, así como su decisión de mantener una política monetaria expansiva tanto tiempo como sea necesario para azuzar el crecimiento.

El BCE estimó la semana pasada que la eurozona se contraerá un 0,4 % este año, pero que crecerá un 1,0 % el próximo año, lo que supone una revisión al alza del 0,2 % y una reducción del 0,1 %, respectivamente, de sus previsiones de junio.

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