El cierre de las centrales nucleares alemanas tiene un coste de más de 33.000 millones

El cierre de las centrales nucleares alemanas tiene un coste de más de 33.000 millones de euros, según datos del Foro de la Industria Nuclear Española, que considera que la decisión anunciada por el Gobierno alemán de cierre de sus 17 centrales nucleares en 2022 está basada en razones políticas y coyunturales.
La producción de las 17 centrales nucleares alemanas ha supuesto en 2010 el 23% de la producción de electricidad.
La sustitución de la electricidad generada en las nucleares será reemplazada con un incremento de importación de electricidad de los países vecinos y mayor consumo de carbón, señaló el Foro Nuclear.
La potencia total de las nucleares alemanas es de 21.517 megavatios -MW- (la potencia eléctrica nacional es de 165.859 MW), generando al año 140 TWh de electricidad (621 el conjunto del mix eléctrico alemán).
Para esta organización, el cierre prematuro de las centrales nucleares tiene consecuencias de orden económico, debilita la industria alemana, incrementa las emisiones de C02, y será una carga para el consumidor que verá su factura de electricidad incrementada. Algunas de las consecuencias son las siguientes:
El coste estimado del cierre de las centrales nucleares según BDI (Unión de la Industria Alemana) es de 33.000 millones de euros, sin contabilizar los costes necesarios en reforzamiento de las líneas de transporte y tecnologías para almacenamiento de electricidad para soportar una mayor dependencia de las energías renovables.
Además, el cierre de las nucleares elevará las emisiones de CO2 en 70 millones de toneladas y provocará el incremento considerable de importaciones de electricidad (generada con nuclear y carbón) procedente de otros países vecinos.
Todo ello conlleva, además, que el precio de electricidad para el consumidor desde que se cerraron las siete nucleares haya aumentado el 12%, con un "impacto gravoso para la competitividad industrial alemana".
Para la presidenta del Foro Nuclear, María Teresa Domínguez, "la decisión no puede ser trasladada a otros países por su carácter coyuntural, la situación geográfica de Alemania, su capacidad de interconexiones en la red y la existencia de recursos naturales propios (carbón)".
"Con la base sólida y tecnológica alemana y su enorme experiencia nuclear es de esperar que esta decisión sea reversible y no definitiva. Hemos visto cómo en los últimos años, la política energética alemana ha sufrido importantes modificaciones y puede que esta decisión se vuelva a replantear teniendo en cuenta los retos energéticos, ambientales y económicos", añadió.