El decrecimiento del IPC en China alivia la presión sobre su economía

  • El Índice de Precios al Consumo (IPC) en China subió el 1,9 % interanual durante septiembre, un 0,1 % menos que en agosto, en lo que supone un alivio para el país asiático ante la presión sobre su economía.

Pekín, 15 oct.- El Índice de Precios al Consumo (IPC) en China subió el 1,9 % interanual durante septiembre, un 0,1 % menos que en agosto, en lo que supone un alivio para el país asiático ante la presión sobre su economía.

Según informó hoy lunes la Oficina Nacional de Estadísticas, el incremento se debió fundamentalmente a la subida del precio de los alimentos en un 2,5 % en el citado periodo, mientras en agosto registraron un aumento del 3,4 %.

El índice de precios al productor, otro baremo clave para medir la inflación, cayó por su parte al 3,6 % interanual en septiembre, un 0,1 % más que en agosto. Es el séptimo mes consecutivo de caídas en los precios al por mayor.

Comparado con el mes anterior, el IPC en septiembre subió un 0,3 %, indicó la Oficina Nacional de Estadísticas.

El dato de los precios acerca el objetivo fijado por el Gobierno chino de mantener la inflación por debajo del 4 % y supone un ligero alivio para Pekín ante los signos de ralentización en su economía y en un momento delicado, a pocas semanas de la transición política que vivirá el país.

A ello también ha contribuido el aumento de las exportaciones anunciado el sábado, del 9,9 %, el mayor en lo que va de año.

Ambos datos indican que las medidas de estímulo impulsadas en los últimos meses por Pekín están surgiendo "efecto", según apuntaron expertos en economía de la Universidad de Tsinghua de Pekín, que indicaron a Efe que los datos dados a conocer hoy "alivian la tensión que pesa sobre la economía china".

Los analistas del país indican que el precio de los productos continuará descendiendo y que puede dar un mayor margen para que la República Popular impulse mayores medidas de estímulo como las emprendidas en los últimos meses.

Desde junio, el Banco Central de China recortó en dos ocasiones los tipos de interés y redujo el coeficiente de caja de los bancos, lo que se sumó, posteriormente, a la inversión en infraestructuras anunciada por las autoridades por valor de hasta 800.000 millones de yuanes (127.000 millones de dólares).

Las medidas respondieron a la complicada situación económica de EEUU y la UE -principal socio comercial de China-, que comenzó a repercutir de manera negativa en las exportaciones chinas, el gran motor de la economía de la República Popular.

Los datos del IPC de septiembre también suponen un alivio para las autoridades chinas ante el temor de que las citadas medidas de estímulo supusieran un repunte de los precios y la hinchazón de la burbuja inmobiliaria.

Fue lo que ocurrió en 2008, cuando un paquete de medidas para hacer frente al estallido de la crisis mundial conllevó fuertes presiones inflacionistas.

En esta línea se enmarcan las declaraciones del vicegobernador del Banco Popular de China, Yi Gang, quien destacó ayer en Tokio que la prioridad de la entidad es "controlar la inflación", en el marco del encuentro anual del Fondo Monetario Internacional celebrado en la capital nipona.

Tras los datos de las exportaciones y del IPC, este jueves se darán a conocer las cifras del PIB para el tercer trimestre del año.

Los analistas esperan un retroceso que dejaría el crecimiento del país en el 7,4 por ciento interanual, el nivel más bajo desde el primer trimestre del 2009, inmediatamente después del estallido de la crisis global.

El Gobierno chino se ha fijado el objetivo de crecimiento del país en el 7,5 por ciento para 2012. Una cifra que, en la actualidad, se sitúa en el 7,6 por ciento.

El mayor o menor "alivio" proporcionado por estas últimas cifras económicas se medirá con el dato del PIB del tercer trimestre, que marcará la ruta a seguir a los nuevos líderes chinos que serán nombrados en menos de tres semanas, durante el XVIII Congreso del Partido Comunista (PCCh).

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