El déficit luso cierra el primer semestre punto y medio por encima de su meta

  • El déficit de Portugal se situó en el primer semestre del ejercicio en el 7,1 % del PIB, siete décimas menos que en los tres primeros meses del año pero todavía a más de un punto y medio de su objetivo final para 2013.

Lisboa, 30 sep.- El déficit de Portugal se situó en el primer semestre del ejercicio en el 7,1 % del PIB, siete décimas menos que en los tres primeros meses del año pero todavía a más de un punto y medio de su objetivo final para 2013.

Según los datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE) luso, el balance entre ingresos y gastos del Estado mejoró entre enero y junio, y la diferencia entre ambos alcanzó los 5.700 millones de euros, aunque la consolidación presupuestaria debe proseguir hasta el cierre del ejercicio.

Las autoridades lusas acordaron con la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajar el déficit en 2013 hasta el 5,5 % del PIB, un objetivo que, según precisó hoy el Gobierno portugués a través de un comunicado, se mantiene vigente y obligará a recortar 1.340 millones de euros más.

En el primer semestre de 2013, los gastos estatales alcanzaron los 38,1 millones de euros, mientras que los ingresos subieron hasta superar los 32,4 millones, de acuerdo con las cifras divulgadas por el INE.

En 2012, el desfase entre ingresos y gastos estatales equivalió al 6,4 % del PIB cuando el país se había comprometido a recortarlo hasta el 5 %.

Esta diferencia se debió fundamentalmente a divergencias a la hora de contabilizar los datos con Bruselas, que entre otras objeciones no aceptó incluir los ingresos generados por la venta de la gestora de aeropuertos ANA al grupo francés Vinci (por 1.200 millones de euros), lo que acabó por situar el déficit lejos de su objetivo.

La flexibilización de las metas de reducción del déficit a las que se comprometió Portugal es uno de los temas de interés de la evaluación que los técnicos de la troika realizan desde hace dos semanas en el país.

Miembros del Gobierno conservador luso se mostraron confiados en que la UE y el FMI acepten relajar sus exigencias de cara a 2014, cuando esperan que el déficit público caiga hasta el 4 % del PIB, pese a que estos límites fueron flexibilizados hace apenas unos meses, en marzo.

Desde ninguno de estos organismos internacionales, sin embargo, se han registrado por el momento respuestas positivas e incluso el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, advirtió de que esta discusión "no es una buena señal" para Portugal.

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