El grupo radical sunita precisó en un comunicado que el ataque había sido perpetrado por un combatiente extranjero a bordo de un coche bomba.
El atentado se produjo pocas horas después de otro ataque que mató a más de 50 personas en un centro de formación de la policía en Zliten, ubicada a unos 170 km al este de Trípoli. Ese ataque aún no ha sido reivindicado.
Las instalaciones petroleras, donde se encuentra una de las mayores refinerías del país, son un blanco atacado con frecuencia por el EI.
El grupo yihadista, que combate a las fuerzas de las dos autoridades rivales, controla la ciudad de Sirte (a 450 kilómetros al este de Trípoli) y pretende extender su control a otras regiones.
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