Manipular los cuentakilómetros en los vehículos de segunda mano parece que se ha convertido en una práctica bastante extendida en España. El RACC ha presentado este miércoles un informe sobre el fraude derivado de la manipulación del cuentakilómetros en los vehículos de ocasión del que se desprende que es una práctica que mueve 343 millones en España y 10.000 millones de euros en Europa.
Según el RACC, con una simple operación manipulativa del vehículo se puede conseguir un aumento considerable de su valor. El impacto de la manipulación del cuentakilómetros además de afectar al ámbito económico, al automovilista, la industria, la seguridad vial y el medio ambiente.
El cómo manipularlo es un proceso muy sencillo que se ha popularizado en internet. Si hace unos años manipular el cuentakilómetros implicaba desmontar el cuadro de lecturas y el contador de kilómetros, en la actualidad es sólo una cuestión de “plug&play”, es decir, de conectar un portátil o dispositivo especial al puerto OBD (On-board diagnostics) y de disponer del software apropiado, de fácil adquisición a través de Internet.
El RACC señala que entre un 5% y un 12% de los vehículos han sido manipulados para inflar su precio, un porcentaje que se dispara hasta el 30% en el caso de los coches de importación. La cifra del fraude se situaría entre los 154 millones y los 343 millones de euros, entre la apreciación cuantitativa del vehículo y los posteriores costes de mantenimiento.
La manipulación del cuentakilómetros en sí misma no es un delito. Es un delito cuando se aprovecha para cometer una estafa. Este delito de estafa puede comportarse penas de cárcel entre 6 y 3 años si la cuantía de la estafa excede de los 400 euros.
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