El Gobierno alemán se enzarza en discusión interna sobre peaje a extranjeros

Berlín, 12 ago.- El Gobierno alemán se ha enzarzado en una discusión interna sobre la implantación de un peaje en autopistas a vehículos extranjeros, lo que defienden los socios bávaros de Angela Merkel y rechazan sus aliados liberales, una cuestión controvertida ante las elecciones regionales y legislativas del mes próximo.

La implantación de un peaje solo a conductores extranjeros contraviene la legislación europea, zanjó hoy el líder del Partido Liberal (FDP) y ministro de Economía, Philipp Rösler, cuya formación es de por si contraria a imponer un pago por circular en autopistas.

Tratar de imponer un pago que excluya a los automovilistas alemanes "no es viable", ya que implica incurrir en un trato discriminatorio, añadió el ministro, en un encuentro con medios extranjeros.

Rösler respondió así a unas declaraciones del líder de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), Horst Seehofer, quien pretende imponer la implantación de un peaje en un eventual próximo pacto de coalición con la canciller Merkel.

"No firmaré ningún pacto de coalición tras las elecciones al Bundestag (Parlamento) que no incluya la introducción de un peaje a conductores extranjeros", declaró Seehofer ayer, en una entrevista con la televisión pública alemana.

Hasta ahora, la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel, partido hermanado con la CSU bávara, así como el conjunto de la industria de la automoción, han rechazado la posibilidad de introducir peajes.

Sin embargo, Seehofer está determinado a convertirlo en caballo de batalla electoral, tanto en las elecciones regionales de Baviera, el 15 de septiembre, como en las legislativas, una semana después.

Alemania es de los pocos países europeos donde la conducción por autopistas está libre de peaje para los automóviles, aunque desde 2005 sí lo hay para los camiones.

La idea de Seehofer se ha tachado de populista por la oposición socialdemócrata y verde, según la cual solo es discriminatorio sino que además no generaría grandes ingresos, puesto que solo un 5 % de los automóviles que circulan por Alemania son extranjeros.

El líder bávaro sostiene, por contra, que no es de recibo que los alemanes paguen peaje cuando viajan por Europa y no lo hagan los conductores extranjeros de tránsito por Alemania.