El gobierno quiere llevar a cabo más rebajas de impuestos, según lo permita la mejora económica


El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, afirmó este jueves que el Gobierno tiene "voluntad política" de seguir llevando a cabo rebajas de impuestos y que éstas "se irán acentuando" en función del crecimiento económico.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que aprobó el Programa de Estabilidad 2015-2018, el ministro explicó que el mismo se recoge la intención del Gobierno en seguir esta línea de actuación.
Montoro explicó que la reducción del déficit se lleva a cabo por la reducción del gato público y por la evolución positiva de los ingresos. En este sentido, dijo que el Gobierno tiene "voluntad política" de llevar a cabo las reformas tributarias, con rebajas de impuestos, en función de la "evolución de la recaudación y los márgenes que da" en su relación con el PIB.
El responsable de Hacienda recordó que en 2016 entra en vigor la segunda fase de la reforma tributaria, con una rebaja del IRPF y de Sociedades. Más allá de ese ejercicio, el Gobierno tiene "voluntad política de mantener la presión fiscal, que como españoles no paguemos más impuestos".
El ministro expuso que gracias a que se ensanchan las bases imponibles, se el Gobierno tiene una "intención manifiesta de seguir con la política de ir reduciendo los grandes impuestos", pero "dando prioridad de conseguir reducir el déficit público".
Las rebajas de impuestos "se irán acentuando a media que tengamos crecimiento económico creador de empleo, como hicimos en nuestra primera etapa de Gobierno", subrayó.
En el Programa de Estabilidad el Gobierno explica que la estrategia fiscal en términos de ingresos y gastos para el conjunto de Administraciones Públicas consiste en mantener la ratio de ingresos sobre PIB en torno a 38% del PIB y la ratio de gasto decreciente en 5 puntos de PIB, desde 43,5% de 2014 (sin ayuda financiera) a 38,4% del PIB en 2018.
"Este ligero aumento de la ratio de ingresos y de la presión fiscal es consecuente con una reducción de los tipos de la imposición directa por la mayor elasticidad de los ingresos tributarios respecto al ciclo de recuperación económica, a lo que se unen los crecientes esfuerzos de lucha contra el fraude", recoge el documento.
Así, se explica que la ratio de ingresos pasa del 37,8% del PIB en 2014 al 38,1% del PIB en 2018.
El Ejecutivo destaca, además, que a pesar del impacto de la reducción de impuestos directos que implica la reforma fiscal en 2015-2016 esencialmente (IRPF y Sociedades), se logra mantener el peso de ingresos en el PIB, gracias al crecimiento de las bases por encima del crecimiento de la demanda nacional.
"Con la reforma fiscal se ponen en manos de familias y empresas 9.000 millones de euros en dos años lo cual tiene impacto directo sobre la actividad y las bases, y se espera que parte revierta de nuevo sobre los ingresos, por lo que la pérdida recaudatoria se estima en 6.900 millones en 2015-2016", se agrega.

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