El gobierno rechaza reformar la constitución por la crisis y la "disparidad de criterios" de la oposición


El Gobierno de Mariano Rajoy rechazó hoy poner en marcha un proceso para reformar la Constitución española de 1978, ya que considera que no es el momento adecuado por la crisis económica y porque existe mucha "disparidad de criterios" sobre lo que debería cambiarse.
La vicepresidenta y portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, recordó en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que "para reformar la Constitución hacen falta mayorías muy reforzadas" y ahora no se cumple ese requisito.
Sáenz de Santamaría restó credibilidad a las reformas de la Constitución que proponen el PSOE, IU o los partidos nacionalistas, especialmente cuando "hacen falta mayorías muy reforzadas" y todos ellos tienen ideas divergentes.
"Cuando se trata de reformas constitucionales, hay que tener muy presente que estemos en el consenso de la reforma porque, si no, no se llega a buen puerto", dijo.
Sáenz de Santamaría recalcó que España afronta ahora mismo "una difícil crisis económica" como para emprender caminos complicados como la reforma de la Constitución. "No se pueden tener todos los elementos abiertos", advirtió.
Recordó que las reformas que se plantean para cambiar el orden de sucesión en la Corona o para revisar el modelo territorial requieren un procedimiento agravado que exige disolver las Cortes, convocar elecciones generales y ratificar el acuerdo en referéndum nacional.
La vicepresidenta señaló que "con el año que llevamos no estamos para convocar más elecciones" e incidió en que "no estamos para gastos excesivos" con el dinero que cuesta convocar unos comicios.
Sáenz de Santamaría reclamó "prudencia en doble sentido" al abrir este debate, pese a tener claro que "la Constitución no es inmutable" y de hecho se modificó hace poco más de un año con el consenso de PSOE y PP.
Sin embargo, apuntó que muchas de las reformas constitucionales que proponen algunos partidos políticos permiten "otro tipo de soluciones" porque el origen del problema se encuentra en la "gestión política".
La vicepresidenta instó, en ese sentido, a las demás formaciones a sumarse al diálogo para la reforma de las administraciones públicas con el fin de eliminar duplicidades.

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