El IPC en Estados Unidos aumentó un 0,4 por ciento en febrero

  • El índice de precios al consumo (IPC) de Estados Unidos aumentó un 0,4 por ciento en febrero, la mayor tasa en diez meses, en gran parte por la presión alcista de los precios de la gasolina, informó hoy el Departamento de Trabajo.

Washington, 16 mar.- El índice de precios al consumo (IPC) de Estados Unidos aumentó un 0,4 por ciento en febrero, la mayor tasa en diez meses, en gran parte por la presión alcista de los precios de la gasolina, informó hoy el Departamento de Trabajo.

Los precios de la gasolina, una de las principales preocupaciones de los estadounidenses por su impacto en la economía familiar, aumentaron un 6 por ciento en febrero con respecto al mes anterior.

La gasolina fue responsable del 80 por ciento del alza de la inflación, mientras que el precio de los alimentos se mantuvo sin cambios.

La inflación subyacente, que excluye los precios de los alimentos y de la energía por su excesiva volatilidad, se situó en febrero en el 0,1 por ciento.

La evolución en los doce meses del IPC hasta febrero fue del 2,9 por ciento, al mismo nivel que en enero, mientras que excluido el precio de la energía y los alimentos la inflación se situó en el 2,2 por ciento.

El aumento de los precios de la energía, especialmente de la gasolina, añaden presión al Gobierno del presidente Barack Obama, que se enfrenta a las críticas por esas alzas, mientras que la Casa Blanca negó ayer que vaya a hacer uso de sus reservas para corregir las subidas.

Los precios de la energía en términos generales aumentaron en febrero un 3,2 por ciento, después de que en enero se incrementaran solo un 0,2 por ciento.

Pese a que los precios de la energía para el hogar se redujeron un 0,6 por ciento, esa caída fue superada por el peso en la balanza de la rápida subida de los precios del combustible.

Los precios de los alimentos en febrero se mantuvieron sin cambios, compensados por el abaratamiento de vegetales, carne, pescado y huevos.

En el resto de elementos que componen la cesta de la compra de los estadounidenses destacó la caída de los precios de vehículos en un 0,6 por ciento, por primera vez desde junio, mientras que se encareció el de la sanidad.

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