El irresistible y discreto asalto de BNP Paribas al mercado español

  • Sin hacer ruido, el mayor banco de Francia se ha convertido en un jugador de primer nivel del mercado español: controla más del 3% de Popular y BME, ha cerrado 2009 como líder por número de operaciones de renta variable, y está en la primera línea de combate en las operaciones de ampliación de capital, fusiones y adquisiciones. Para colmo, gracias a la fusión con Fortis, se convertirá en la primera gestora internacional en España.
Enrique Utrera

A la chita callando, y como quien no quiere la cosa, el grupo francés BNP Paribas se ha convertido en un jugador de primera en el mercado español. La recién destapada participación del 3% del capital de Banco Popular no es si no la punta del iceberg de una estrategia silenciosa, que le convierte en dueño de acciones por valor de más de 300 millones de euros en dos empresas del Ibex 35 (Popular y BME), y en el líder por número de operaciones en renta variable en 2009.

Además, tras la integración con Fortis, se convertirá en la primera gestora de fondos de inversión internacional en España. Pero, mientras resuelve esta dura integración, que según la entidad debería reportar unas sinergias de hasta 900 millones de euros hasta 2012, el mayor banco de Francia sigue con su estrategia de mancha de aceite al otro lado de los Pirineos.

Al frente del banco en España, desde la fusión de BNP y Paribas en 2001, está Ramiro Mato, uno de los pocos banqueros de inversión de toda la vida a los que la crisis no ha movido la silla. Con la discreción como bandera, Mato y su equipo son uno de los grandes vencedores de una crisis que ha removido las cúpulas españolas de los bancos de inversión internacionales y ha dado un vuelco a la foto fija del negocio en España.

Mancha de aceite

La silenciosa batalla del grupo galo en España se desarrolla en todos los frentes. En el parqué, sin una palabra más alta que otra, BNP Paribas está entre los muy pocos que puede presumir de tener participaciones significativas en dos empresas del Ibex.

Acaba de desvelar que es dueño del 3% de Banco Popular, una participación que se une a la histórica en Bolsas y Mercados Españoles (BME), donde el grupo francés tiene un 3,82% y un consejero–el propio Mato-, haciendo valer su extraordinaria cuota de mercado en el negocio de la compensación y liquidación de valores. Es la mayor participación de un banco extranjero en el holding de los mercados españoles. Pero hay más.

El año pasado, el banco ha sido líder por número de operaciones de renta variable. Ha estado en primera línea de combate en las ampliaciones de capital de Gas Natural, Jazztel, Portland Valderrivas y Pescanova, y en la emisión de convertibles de Abengoa. Sólo un banco fuera de la zona euro, Barclays, supera los números del francés.

En el negocio de fusiones y adquisiciones, BNP ha sido un jugador decisivo en el negocio asegurador como asesor de Criteria en la compra de Adeslas, de Caixanova y Banco Gallego en su acuerdo de bancaseguros con Caser, y de CNP en su acuerdo con Barclays para su joint venture de seguros de vida a largo plazo en España, Portugal e Italia.

Participaciones financieras

La irrupción en Banco Popular ha suscitado todo tipo de especulaciones, pero lo cierto es que la participación en el banco, como la de BME, tienen un valor estratégico importante, porque ambas pertenecen a sectores donde los analistas prevén importantes movimientos corporativos en 2010.

Inmerso en la tarea de integrar Fortis, resulta poco menos que impensable que la tenencia del 3% del Popular suponga algo más que una simple participación financiera que, por cierto, ya ha empezado a rentabilizar. Para empezar, ha prestado un 0,8% a Santander y Citi a cambio de una jugosa comisión, algo que por otra parte debe tener de los nervios al banco que preside Ángel Ron, el gran damnificado de las posiciones cortas en 2009.

Una demostración de que BNP no ha llegado al capital con las pretensiones de poder de Credit Agricole en Bankinter. Lo suyo es otra cosa: cambiar de velocidad sin hacer ruido y abrirse paso sin empujar hasta la primera línea de combate. De momento, le ha dado resultado.

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