Lisboa, 8 mar.- El principal sindicato de Portugal, la CGTP, alertó hoy del peligro de empobrecimiento del país, sobre todo por la reforma laboral del Gobierno conservador, y pronosticó que la huelga general del día 22 será "una clara señal de indignación".
Arménio Carlos, secretario de la Confederación General de Trabajadores de Portugal (CGTP), de línea comunista, criticó las políticas de austeridad aplicadas por el Ejecutivo de Pedro Passos Coelho por no fomentar el crecimiento económico.
También descalificó las decisiones de la Unión Europea (UE) sobre la crisis, que en el caso de Portugal han llevado a la adopción de drásticas medidas de austeridad para cumplir los límites de déficit establecidos por Bruselas.
"Si estas políticas no resultan en Grecia, cómo van a resultar en Portugal", se preguntó Carlos, que ha sustituido este año al frente de la central sindical a Manuel Carvalho da Silva.
En declaraciones a los periodistas, aseveró que las reglas de funcionamiento de la UE "han dejado de ser democráticas" y gravitan sobre las decisiones que adopta el Gobierno alemán.
Además, las políticas del Banco Central Europeo (BCE) han fomentado "la especulación y los especuladores", según el sindicalista, que pidió una alteración de las competencias de la institución.
Carlos se mostró favorable a que Portugal tome una medida sobre sus metas de déficit semejante a la adoptada por España, que fijó la semana pasada un objetivo inferior al exigido por Bruselas.
No obstante, a diferencia de España, Portugal está sujeto, además de a la disciplina comunitaria, a las condiciones del rescate de 78.000 millones de euros que le concedieron el año pasado la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Con una tasa de desempleo que supera el 14 % y no para de crecer en medio de la recesión y la austeridad que vive el país, Portugal debe bajar efectivamente su déficit del 7,5 % al 4,5 % este año.
Carlos no descartó la posibilidad, reclamada por algunos dirigentes sindicales y de la izquierda lusa, de impulsar un referéndum sobre las reglas presupuestarias de la UE, aunque señaló que la prioridad ahora es "alertar" a la población de las implicaciones de ese acuerdo.
"Lo analizaremos más adelante", agregó al expresar su apoyo a todo lo que sean "pronunciamientos" de los portugueses sobre asuntos tan importantes.
Renegociar la deuda en sus plazos y montantes, así como evitar que entre en vigor una reforma laboral que facilita los despidos, son dos de las propuestas prioritarias de la CGTP para detener el "proceso de empobrecimiento" de Portugal y la destrucción de empleo.
La nueva normativa laboral, ya aprobada por el Ejecutivo, debe ser votada este mes en el Parlamento, donde el Gobierno espera sacarla adelante gracias a su mayoría absoluta.
Según cálculos de Carlos, un 25 por ciento de la población de Portugal -cerca de 2,5 millones- vive ya por debajo del umbral de la pobreza (con menos de 432 euros mensuales) y se han destruido unos 131.000 puestos de trabajo en el último año.
"No solo existe resignación, hay miedo y en algunos casos chantaje", denunció el secretario general de la CGTP sobre el clima laboral que se vive en el país.
La huelga general convocada por la CGTP para el próximo día 22, la segunda en menos de seis meses, no tiene esta vez el apoyo del otro gran sindicato del país, la Unión General de Trabajadores (UGT, socialista), que llegó a un acuerdo en enero con el Ejecutivo sobre algunos aspectos de la reforma laboral.
El secretario general de la CGTP pronosticó que el paro tendrá un gran respaldo y se celebrarán, además, manifestaciones simultáneas en las principales ciudad del país.
La anterior huelga general en Portugal tuvo lugar el 24 de noviembre pasado, también contra las políticas de austeridad del Gobierno, y registró un gran seguimiento en los transportes y una limitada incidencia en los demás sectores.
La CGTP, fundada en 1970, es el mayor sindicato de Portugal con unos 665.000 afiliados, cerca del 12 % de la población en edad de trabajar.
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