El microcrédito necesita una readaptación para no perder su función social

  • El sistema de microcréditos necesita una readaptación para no perder su función social, afirmaron hoy distintos participantes en la Cumbre Mundial del Microcrédito.

Valladolid (España), 15 nov.- El sistema de microcréditos necesita una readaptación para no perder su función social, afirmaron hoy distintos participantes en la Cumbre Mundial del Microcrédito.

La sesión matinal de la cumbre, que se celebra en Valladolid (centro español), se centró en la búsqueda de soluciones a los problemas que han aparecido en el mundo de las microfinanzas.

Endeudamiento excesivo, pérdida de clientes, prácticas poco éticas, intereses altísimos, el alejamiento de la función social o el mal funcionamiento de entidades dedicadas al microcrédito son algunos de estos problemas.

La sesión debatió soluciones ante la "sobrevaloración de las microfinanzas", como definió el problema en su conjunto Fabiola Céspedes, coordinadora en Bolivia del Foro Latinoamericano y del Caribe de Finanzas, una entidad de ayuda a desfavorecidos en el mundo rural.

Céspedes advirtió, en su intervención en el plenario, de que el beneficio social de los microcrétidos "no es automático", ya que "no siempre son sinónimo de función social".

En este contexto, apeló al valor de "la solidaridad", especialmente en situaciones de emergencia, en las que los beneficiarios de un micrecrédito no pueden seguir pagándolo.

Céspedes lamentó "la tolerancia cero" que a veces se tiene con los desfavorecidos que no pueden seguir pagando un crédito, por lo que ha reclamado "un código de conducta" de las entidades prestamistas.

Por su parte, Tilman Ehrbeck, de CGAP, una entidad estadounidense de ayuda a los pobres, citó el caso de Túnez y su revuelta social en demanda de democracia, que dio pie al movimiento denominado "primavera árabe" que se extendió a otros países de África y Asia.

Ehrbeck explicó que las entidades dedicadas a las microfinanzas en Túnez "cerraron filas", mantuvieron su funcionamiento y colaboraron con las nuevas autoridades del país, con lo que han logrado no solo mantener el sistema de microcréditos, sino incluso fortalecerlo.

El representante de CGAP recordó la "vulnerabilidad" de los pobres, a quienes cualquier "circunstancia dramática", como la muerte de un familiar, puede devolver a la pobreza de la que los microcréditos les habían ayudado a salir.

La sesión plenaria partió de un trabajo del fundador de Imp-Act, Anton Simanowitz, un consorcio británico que agrupa a organizaciones de lucha contra la pobreza.

Simanowitz hizo hincapié en el impacto de las situaciones de emergencia entre los beneficiarios de los microcréditos, y se refirió al caso de Haití, donde muchas mujeres no han nacido pobres, sino que han empobrecido al intentar pagar los gastos de curación de un familiar enfermo.

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