El miedo a nuevos atentados de Al Qaeda golpea a los mercados

  • El optimismo inversor que se despertó al conocerse la noticia de la muerte de Osama bin Laden ha dejado paso al temor de que se produzcan represalias por parte de Al Qaeda.
El barril de la OPEP se mantiene alto y cotiza a 120,35 dólares
El barril de la OPEP se mantiene alto y cotiza a 120,35 dólares
R.Ugalde

En la madrugada del domingo al lunes, la noticia de la muerte de Osama bin Laden en una operación estadounidense desató una euforia en los mercados que apenas duró doce horas.

Las bolsas asiáticas, con Japón a la cabeza, fueron las primeras en recoger la noticia, que impulsó al índice de referencia nipón, el Nikkei, más de un 1,5%, hasta marcar niveles previos al tsunami que arrasó al país.

Sin embargo, este optimismo se moderó ya bastante a las nueve de la mañana (hora española), cuando las bolsas del Viejo Continente abrieron sus puertas con alzas, pero todas inferiores al punto porcentual.

En cambio, las materias primas, con la plata y el petróleo a la cabeza, eran un festín el lunes por la mañana, con el oro negro cayendo más de un 2% y el dólar ganando posiciones frente al euro.

Estas subidas respondían a la confianza de los inversores de que la muerte de Bin Laden pudiera traer consigo mayor seguridad geopolítica en toda la zona de Oriente Medio, principal productora de petróleo del mundo.

Sin embargo, todo este castillo de naipes se vino abajo a medio día, cuando el Gobierno de Estados Unidos declaró la situación de alerta, ante posibles represalias por parte de la organización terrorista Al Qaeda.

La reacción de los mercados no se hizo esperar: las bolsas cerraron prácticamente planas, el petróleo se dio la vuelta y llegó a registra leves ganancias, mientras que el dólar volvió a perder posiciones frente al euro, hasta el punto de que la moneda comunitaria llegó a romper por momentos la barrera de los 1,49 billetes verdes.

Todos estos datos vienen a confirmar las teorías de varios expertos, quienes han señalado que la muerte de Bin Laden tendrá un efecto más simbólico que operativo, ya que la estructura de Al Qaeda ha cambiado considerablemente en los últimos diez años y el papel de su líder se había vuelto meramente ideológico y propagandístico, según recoge Ep.

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