"El miedo del estanquero está justificado", según la patronal europea

  • El presidente de la Confederación Europea de Detallistas del Tabaco (CEDT), Giovanni Risso, ha asegurado que "los miedos de los estanqueros a las nuevas normas que plantea Bruselas están justificados, porque las filtraciones a los medios confirman la predisposición para destruir el sector".

Madrid, 14 sep.- El presidente de la Confederación Europea de Detallistas del Tabaco (CEDT), Giovanni Risso, ha asegurado que "los miedos de los estanqueros a las nuevas normas que plantea Bruselas están justificados, porque las filtraciones a los medios confirman la predisposición para destruir el sector".

Bruselas prepara un cambio en la directiva del tabaco, que según el sector, plantea la prohibición de añadir ingredientes al tabaco, eliminar la exposición de productos en el estanco y que las cajetillas sean genéricas.

Risso ha asegurado que "tal y como han demostrado las tendencias del mercado en los países donde ya se han implementado esas medidas, el consumo no disminuirá, sino que se traducirá en el aumento del mercado ilegal".

Ha subrayado que la propuesta actual planteada por la Comisión "generará la pérdida de más de 250.000 puestos de trabajo a corto plazo y amenazará, además, como mínimo a 900.000 puestos de trabajo en el sector minorista del tabaco dentro de la Unión Europea".

En la actualidad viven del negocio de la venta del tabaco más de 700.000 minoristas europeos y más de 1.500.000 trabajadores en puntos de venta.

Las medidas provocarán, según Risso, la pérdida adicional de unos 10.000 millones de euros en ingresos fiscales, sumados a los 10.000 millones que se pierden en la actualidad como consecuencia del comercio ilegal.

Entre sus efectos, ha destacado que supondrá poner en el mercado negro más de 72.000 millones de cigarrillos al año prácticamente de un día para otro, por lo que "no servirá en absoluto para reducir el índice de fumadores".

Con una propuesta de estas características, los estanqueros y detallistas europeos afirman que la Comisión Europea acabará poniendo una parte importante del sector en manos de traficantes y falsificadores.

Para Risso, los cambios que propone Bruselas supondrán una "disminución de la venta legal debido al incremento del comercio ilegal, que junto a la reducción del precio de los cigarrillos como único elemento para competir, provocará el aumento de los índices de fumadores y el descenso de los ingresos fiscales".

Además, ha asegurado que se producirá "el cierre de millones de puntos de venta que no podrán hacer frente al incremento de los costes que impondrán estas medidas", como los cambios en las tiendas y el aumento de los gastos de personal para gestionar un proceso de venta que será más complicado".

Menos puestos de trabajo, menos pequeñas empresas de carácter familiar, menos ingresos fiscales, menos controles de calidad en los productos, más tabaco de contrabando y falsificado y, al final, más fumadores, es el resultado que augura Risso si las medidas propuestas se adoptan finalmente.

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