El rescate de Espírito Santo no cambia nada para sus clientes en España

Espírito Santo posee 28 sucursales en España a través de las que gestiona unos 1.130 millones de euros. Sus cerca de 75.000 clientes en nuestro país y sus más 400 empleados (a 31 de diciembre de 2011) pasan a forman parte del 'banco bueno', es decir del Novo Banco.

Como ha recordado el propio Banco de Portugal, "no existen motivos que comprometan la seguridad de los fondos confiado en el BES (…) la protección de los depósitos está consagrada en la ley y constituye la prioridad máxima del Banco de Portugal en cualquier situación". Eso significa que al igual que en España, se garantizan hasta 100.000 euros por titular y cuenta.

"Para nuestros clientes y colaboradores solo ha cambiado una cosa: su banco está ahora más fuerte y seguro que antes", ha afirmado Víctor Bento, elhombre que como consejero delegado, está al frente de Novo Banco. "Todo sigue con absoluta normalidad", han asegurado desde la entidad financiera.

Así, el supervisor de Portugal, junto con las autoridades europeas, ha decidido dividir Espírito Santo en dos. El 'banco bueno' o Novo Banco, que agrupa los activos sanos, y un 'banco malo' formado por los activos tóxicos.

El 'banco malo', que se quedarán los accionistas, es el mantendrá el nombre y los activos tóxicos y problemáticos. Son precisamente los inversores los que van a perder con la crisis de la entidad. Pierde la familia Espírito Santo (titular por un 20%), la entidad francesa Crédit Agricole (17%) y el brasileño Brandesco (3%), además de los pequeños accionistas.

Tendrán difícil recuperar su inversión. De momento, es el Fondo de reestructuración portugués, el equivalente del Frob español, el que pasa a gestionar el banco bueno e inyectará 4.900 millones.Calma, la nota dominante en las oficinas

La división todavía no se percibe más que en la página web, modificada por completo y en la que puede leerse en el centro "Novo Banco, más fuerte y más seguro".

En el exterior de las oficinas todavía se mantiene el logotipo del BES. La normalidad es la tónica dominante. Según la agencia EFE, en la sede central de la Avenida Liberdade (Lisboa), el flujo de clientes es el de cualquier otro día, así como en las agencias de los alrededores.