El sector financiero perdió 5.776 empleados y cerró 1.230 oficinas en 2010 por la reestructuración de las cajas

El sector financiero español cerró el ejercicio 2010 con 263.392 empleados, 1.230 menos que un año antes, y el número de oficinas se redujo en 1.230, hasta las 43.303 sucursales. De esta manera, la densidad de oficinas se situó en 11,2 por cada 10.000 habitantes mayores de 16 años, frente al 11,6 en que se encontraba en 2009.
Así consta en la Memoria de Supervisión Bancaria en 2010 publicada este lunes por el Banco de España, donde se analiza la estructura y evolución de las entidades de crédito sujetas a su supervisión.
El año pasado ascendió a 339 la cifra de entidades supervisadas por el Banco de España, 14 menos que en 2009, "debido fundamentalmente a los movimientos derivados de la consolidación de las cajas de ahorros y a la reducción del número de establecimientos financieros de crédito".
En 2010, "las entidades continuaron el proceso iniciado en 2008 de reducción del número de oficinas operativas", señala el Banco de España, que explica que tanto en la reducción de sucursales como de empleados "influyó el proceso en curso de reestructuración de las cajas de ahorros", si bien apunta que "gran parte de su esfuerzo de recortes se sitúa en 2011".
Por segundo año consecutivo descendió igualmente el número de cajeros automáticos (696 menos, un 1,2%), mientras que continuó la expansión de los terminales puntos de venta (1,48 millones, un 2,6% más que el año anterior).
ACTIVIDAD SUPERVISORA
Según el organismo que gobierna Miguel Ángel Fernández Ordóñez, su actividad supervisora "volvió a estar inevitablemente marcada por el desarrollo de la crisis desencadenada en 2007". El pasado año, el número de actuaciones supervisoras "in situ" se elevó a 179.
Como consecuencia de las labores de inspección y supervisión realizadas, el Banco de España remitió escritos que contenían 192 requerimientos, de los cuales más de la mitad (56%) se referían al riesgo de crédito.
Durante el ejercicio se acordó una sola medida cautelar de "intervención", cuando en mayo se decidió la sustitución de los administradores de CajaSur y la designación del Fondo para la Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) como administrador provisional.
Desde el Banco de España recordaron que "sólo 55 días después se adjudicó la caja andaluza, mediante un proceso competitivo al que fueron invitadas varias entidades españolas y extranjeras, a la BBK".
Asimismo, durante 2010 se concluyó, a través del Fondo de Garantía de Depósitos de Cajas de Ahorros, el proceso de resolución de la crisis de Caja Castilla-La Mancha, iniciada el año anterior, cuyos activos y pasivos se integraron en Cajastur.