El seguro de paro: ¿una garantía de renta o un desincentivo para trabajar?

    • La posibilidad de aceptar un nuevo empleo disminuye a medida que la prestación aumenta. Se sale más del paro cuando se acerca el final dela prestación.
    • Se trataría pues de imponer un seguro de desempleo que garantice la renta -para no dañar el consumo- y que no frene -por su cuantía o duración- la busqueda activa de trabajo.
Cantabria alcanzó en julio la "menor" cuantía media de prestación por desempleo, 741 euros mensuales
Cantabria alcanzó en julio la "menor" cuantía media de prestación por desempleo, 741 euros mensuales

El banco alemán Deutsche Bank ha propuesto en una de sus últimas publicaciones un seguro por desempleo a nivel europeo, con el objetivo de evitar los shocks asimétricos que se están produciendo dentro de la eurozona. Antes lo propuso el comisario europeo de Empleo, Lázsló Andor.

"Este seguro por desempleo a nivel europeo supondría un alivio financiero para los países que sufren de forma temporal sufren un elevado desempleo", explica la publicación, que descaba que los se verían obligados a realizar mayores pagos al sistema cuando su tasa de paro cayera, mientras que estas aportaciones disminuirían cuando el paro creciese.

En Europa, prácticamente cada país tiene su propio seguro de desempleo, con características específicas y con cuantías y duraciones diversas.

El objetivo -común- de estos seguros es afrontar un riesgo -el de perder los ingresosn procedente de un trabajo- durante un periodo de tiempo más o menos largo. Según destaca en un artículo Álex Ruiz, del Departamento de Macroeconomía, Área de Planificación Estratégica y Estudios, Caixabank, estos seguros tienen un carácter redistributivo, ya que, en cierta medida, existe una transferencia entre los que sufren de menor probabilidad de perder su empleo y aquellos con mayor probabilidad.

Pero ¿cómo se estructura este seguro?, según destaca en el artículo Ruiz, el esquema más habitual es una prestación por desempleo cuyo importe, en la mayoría de países, guarda relación con sus salarios recientes que se le concede aun trabajador que pierde su empleo de manera involuntaria y que cumple ciertas condiciones, normalmente relativas al tiempo de trabajo previo).

Lo habitual es que la prestación se reciba durante un tiempo máximo definido y que disminuya a medida que el plazo se agota. En la mayoría de los países las personas que reciben la prestación deben cumplir algunas condiciones. Así, en en Francia solo cobran aquellos que estén buscando trabajo de manera "probada y continuada", mientras que en el Reino Unido y Austria los que rechacen una oferta de empleo pueden perder su prestación temporal o definitivamente.

Las principales diferencias entre países se dan en la cuantía del seguro y en el tiempo durante el que el desempleado puede seguir percibiéndolo. La mayoría de los países europeos tratan de aproximar los salarios anteriores con los de la prestación, lo que se conoce como tasa de reemplazo.

En países como Letonia, Luxemburgo, Bulgaria, Portugal, Países Bajos y Croacia, la tasa de reemplazo se sitúa por encima del 70%, mientras que en naciones como Malta, Grecia y Reino Unido la cifra es inferior al 30%. En España, Estonia, Lituania y Austria la tasa de reemplazo supera ligeramente el 50%.

También existen diferencias en cuanto al tiempo durante el que se perciben las prestaciones. En la UE, en 2010, dicho periodo iba desde las 21 semanas de Lituania hasta la no limitación, en la práctica, de Bélgica. En términos generales, el periodo máximo de muchos países de la UE se situaba entre seis meses y un año. En España el periodo máximo son dos años.

Según destaca el artículo de CaixaBank, entre los objetivos es ayudar a que los individuos puedan ajustar de forma más gradual su consumo a la situación de desempleo. Según diversos estudios, la caída del consumo -en el caso estadounidense- sería del 6% con seguro y del 22%, sin seguro.

Según destaca Álex Ruiz, pese a los numerosos aspectos positivos que tiene el seguro de desempleo, también tiene aspectos negativos, como la hipotética desincentivación para buscar un nuevo empleo y la caída del salario mínimo que el parado aceptaría para volver a trabajar.

Resulta evidente, según el artículo, que la posibilidad de aceptar un nuevo empleo disminuye a medida que la prestación aumenta. Además, a medida que se acerca el final del periodo cubierto por las prestaciones aumenta la probabilidad de salir del paro. "Finalmente, a nivel más general, el poder de negociación de los trabajadores mejora con la existencia del seguro de desempleo, lo que conduce a mayores salarios y a un nivel de paro de equilibrio más elevado", destaca el artículo.

Se trataría pues de imponer un seguro de desempleo capaz de mantener la totalidad o gran parte de su función de aseguramiento de la renta -para no dañar el consumo- y que no frene -por su cuantía o duración- la busqueda activa de trabajo.

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