El stieg larsson periodista, reunido en una antología


El sueco Stieg Larsson se ha hecho mundialmente famoso gracias a la trilogía de novelas "Millenium", pero detrás de su faceta de escritor hay tres décadas de trabajo como periodista, donde destacó por su labor de denuncia de toda clase de discriminaciones y movimientos ultras.
Ahora, siete años después de su fallecimiento, su sucesor al frente de la revista de investigación "Expo", Daniel Poohl, ha reunido en un volumen algunos de los mejores trabajos que escribió Larsson en esta publicación.
"La voz y la furia" (Destino) recupera artículos del creador de Mikael Blomkvist y Lisbeth Salander en los que denunció a organizaciones neonazis, el auge de la islamofobia en su país o casos de ataques sufridos por mujeres y homosexuales.
"Más que periodista, era un activista", aseguró hoy Daniel Poohl en la presentación en Madrid de su compilación de artículos de su precedesor al frente de "Expo". "No sólo le interesaba informar, sino denunciar. Más que feminista o defensor de causas, era un demócrata con mayúsculas".
Stieg Larsson fue reportero de guerra y en los años 80 participó en la fundación del proyecto antiviolencia "Stop the racism", al que seguiría la creación de la revista "Expo".
Por sus textos recibió numerosas presiones y amenazas de los grupos a los que puso en su punto de mira, "pero nunca dejó por ello de escribir sobre lo que creía que tenía que escribir, y se acostumbró a las amenazas".
Como periodista, Daniel Poohl asegura que Larsson fue siempre muy riguroso, podia estar horas intercambiándose correos con dirigentes extremistas a los que investigaba, "y pese a las denuncias que hizo, nunca le desmintieron".
En el día a día en la redacción, Poohl le recuerda más por su última etapa como ejecutivo de la revista, dada su condición de director. "Estaba todo el día estresado y arreglando rollos administrativos, pero éramos pocos y si había que bajar a por café, lo hacía. Era un friki de los Mac y odiaba los PC. Hoy seguro que habría tenido iPad y toda clase de cacharros electrónicos".
Poohl no guarda más que buenos recuerdos como compañero de su exjefe. "Era muy divertido, amigable, un gran contador de historias y una persona a la que siempre querías tener de tu lado".
Pese a que cuando murió en noviembre de 2004 víctima de un ataque al corazón no había publicado su famosa saga "Millenium", Poohl asegura que Larsson confiaba en que conseguiría repercusión con ella, pero no se imaginaba el éxito planetario que cosecharía. Su deseo, por encima de todo, era poder seguir compaginando toda la vida la literatura con el periodismo.

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