Elecciones catalanas: Una Cataluña independiente sería una economía a medio camino entre Irlanda y Grecia

  • Tanto en términos de PIB, como de población, una hipotética Cataluña independiente se situaría a medio camino entre Grecia e Irlanda. Pero, además, como les ha ocurrido a estos dos países, la tierra de Gaudí está perdiendo competitividad desde que comenzó la crisis.
Las cifras de Cataluña en una hipotética 'Europa de los 28'
Las cifras de Cataluña en una hipotética 'Europa de los 28'
Chiqui Esteban
Ruth Ugalde

¿Te imaginas una Europa de los Veintiocho donde Cataluña fuera la última incorporación? Ése sería el sueño de Joan Laporta, que se presenta a las elecciones con su consigna de los beneficios del independentismo como bandera.

Sin embargo, los números indican que un movimiento de este tipo podría traer a la región más perjuicios que bondades. Al menos, si se toma como referencia el ejemplo de dos países que estarían muy próximos a esa hipotética Cataluña independiente: Grecia a Irlanda.

En términos de riqueza nacional (PIB), se situaría por detrás del país heleno, cuyos 235.544 millones de euros son ligeramente superiores a los 207.000 millones que tendría una Cataluña independiente.

Este PIB convertiría a la región todavía gobernada por José Montilla justo en el centro de la Europa de los Veintiocho, al ocupar el puesto número 14 en riqueza nacional, por delante de Irlanda, cuya aconomía apenas alcanza los 161.534 millones de euros.

Desde el punto de vista de la población, los 7,5 millones de habitantes que tiene Cataluña le situarían en el puesto número 16 de la Unión, de nuevo, entre Grecia (11,2 millones de ciudadanos) e Irlanda (4,45 millones de personas).

Además, como ha ocurrido a estos dos países, Cataluña lleva años perdiendo poder económico, sobre todo, desde que comenzó la crisis financiera. Entre 2007 y 2008, su PIB apenas creció un 0,4%, según datos del INE, el peor dato de toda la piel de toro, sólo por delante de la Comunidad Valenciana (0,3%) y muy por detrás de la media española (0,9%) y europea (0,8%).

Más duro fue el golpe un ejercicio después, entre 2008 y 2009, último año con cifras oficiales, cuando el PIB catalán se desplomó un 4,1%, frente a la caída del 3,6% de la media española.

Estas caídas están haciendo mella en la riqueza por habitante de la región. El PIB per cápita de Cataluña ha descendido desde los 27.914 euros que registró en 2008  a los 26.831 euros de 2009.

Esta variación supone una caída del 3,87%%, similar a la sufrida por País Vasco, que ha visto reducida sus cifras un 3,9%, hasta 30.703 euros por cabeza. Sin embargo, superior a la registrada por las otras dos mayores economías españolas: Madrid, cuyo recorte del 3,12% ha situado el PIB per capita en 30,029 euros por habitante; y Navarra, que marca 29,598 euros, tras haber sufrido un recorte del 2,6%.

Esta similitud entre Cataluña, Grecia e Irlanda quedó subrayada el pasado verano, cuando la Comunidad Autónoma vio como su diferencial con el bono español se triplicó. Impotente, ante su incapacidad de convencer a los inversores para que le compraran sus bonos, la Generalitat optó por una emisión sólo comparable a las realizadas por Grecia, e incluso peor.

Ante el cerrojazo de los mercados financieros, el Gobierno catalán se vio abocado a tener que recurrir a los particulares, con una emisión de 3.000 millones de euros, por la que ofreció una rentabilidad del 4,75%, más el 3% de comisión de los bancos. En total, casi un 8%, frente al 6,9% que estaba pagando Grecia en los mercados de deuda.

La pérdida de fuerza económica de Cataluña podría llegar a ser mucho más marcada en el escenario de una nación independiente, entre otros motivos, porque esta crisis está demostrando que la unión hace la fuerza (aunque sólo sea para que tus vecinos salgan a rescatarte) y, sobre todo, que el tamaño es un signo diferencial.

El famoso "si debes 100 euros al banco tienes un problema, pero si le debes 100.000 millones, el banco tiene el problema" se está demostrando más real que nunca en la actual crisis de deudas soberanas. Hasta el punto de que uno de los resortes a los que se agarra España para defender su supervivencia en el escenario actual es que se trata de una economía demasiado grande para caer.

En cambio, el tamaño del PIB catalán le restaría fuerza ante el pulso que viven actualmente los mercados. De hecho, la comparable economía griega fue la primera en sufrir un rescate.

Como dijo el responsable de inversión de renta fija global de JP Morgan Asset Management, Robert Michele hace una semana, "dentro de un mes, Irlanda no interesará a nadie". En cambio, "el sistema financiero no puede dejar que España caiga", por su gran tamaño.

Una Cataluña independiente podría llegar a ser el 14 país de una hipotética Europa de los Veintiocho. Pero habría perdido gran parte de su poder. Sería suficientemente pequeña para caer...y por tanto, para perder su soberanía en manos de Bruselas y del Fondo Monetario Internacional.

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