Empresa de chóferes crucificados dice que no persigue sindicalistas

  • Representantes de la empresa de autobuses paraguaya que despidió a ocho trabajadores hace más de un mes y desató una ola de protestas con crucifixiones incluidas dijeron a Efe que la compañía no ha reducido su plantilla por una "persecución sindical" sino por una "reestructuración interna".

Asunción, 2 sep.- Representantes de la empresa de autobuses paraguaya que despidió a ocho trabajadores hace más de un mes y desató una ola de protestas con crucifixiones incluidas dijeron a Efe que la compañía no ha reducido su plantilla por una "persecución sindical" sino por una "reestructuración interna".

La protesta organizada a raíz de los despidos en la empresa Vanguardia SA, concesionaria de una línea del transporte público en Asunción, ha tenido eco incluso fuera de Paraguay debido a la crucifixión de varias personas frente a su sede.

Las crucifixiones comenzaron hace unos 25 días y actualmente hay ocho hombres y una mujer con las manos clavadas a cruces de madera colocadas horizontalmente sobre el suelo y otras cuatro personas en huelga de hambre bajo una lona en la localidad de Luque, a las afueras de Asunción, mientras unos 60 trabajadores de los 140 que tiene la empresa realizan un paro de actividades.

El propietario de Vanguardia, Justo Martínez Noguera, de 80 años, declaró a Efe que no quiere trabajar más con los despedidos.

"No los quiero más en mi empresa a esa clase de personas, yo elijo a quien quiero tener y a ellos ya no los quiero, yo pago todo, cumplo las leyes, doy aguinaldo y todos los beneficios sociales", dijo Martínez Noguera.

"Tengo que comprar 25 vehículos nuevos a 200.000 dólares cada uno. Estoy reestructurando mi empresa", añadió Martínez Noguera en su oficina, resguardada por dos hombres armados con escopetas.

Los despedidos dicen que se quedaron sin empleo por haber creado un sindicato para defender sus derechos laborales.

"Nosotros podemos contratar y despedir a quien queramos. No es una persecución sindical", se defendió el administrador de la empresa, Aufredi Paredes, quien permanecía el domingo por la noche en la puerta del aparcamiento de autobuses con una pistola en la mano, para proteger su negocio de posibles ataques de los huelguistas según dijo a Efe.

"Ellos no formaban parte de ningún sindicato cuando les despedimos, nosotros estamos en una etapa de reestructuración interna", añadió Paredes.

Los conductores de la línea 30, operada por Vanguardia SA, llevan unos seis meses reclamando al Ministerio de Justicia y Transporte que apruebe la creación de su sindicato, sin éxito.

Desde su cruz, en la que lleva ya más de 10 días, el director general de la Federación Paraguaya de Trabajadores de Transporte Terrestre (Fepatrat), Juan Villalba, dijo a Efe que "el Ministerio de Justicia y Trabajo fue cómplice de los empresarios".

Villalba confía en que el nuevo Gobierno de Horacio Cartes interceda en la negociación.

El dueño de la compañía ofreció reintegrar a cinco de los despedidos, pero los huelguistas se niegan a dejar la protesta hasta que todos sean contratados de nuevo.

"Ellos dicen que cumplen la ley pero no es así. Es una mentira, no podemos aceptarlo, los ocho compañeros fueron cesados por el solo hecho de asociarse y apuntarse a un sindicato", manifestó Villalba.

Él, su esposa, María Concepción Candia, y siete personas más continuaban hoy clavadas a sus cruces.

"Una cosa es lo que ellos dicen, para llamar la atención, crucificarse, clavarse, hacer huelga de hambre y toda esa cosa, pero en realidad son piercing, no son crucificados, para posteriormente poder levantarse, ahí pones un clavito, con unos agujeritos simples y listo", señaló el administrador de la empresa.

Paredes, quien mostró los desperfectos causados por los piquetes huelguistas en los vidrios de algunos de sus vehículos, anunció que no repondrán a los ocho despedidos en sus puestos, pero que cumplirá con la indemnización de despido correspondiente.

Vanguardia SA también se dedica a la producción de soja y a la ganadería.

Mostrar comentarios