Enresa duplicará la capacidad del almacén de el cabril


El presidente de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), Francisco Gil-Ortega, anunció hoy en el Foro de la Nueva Energía que el almacén de residuos de El Cabril (Córdoba) duplicará su capacidad con 28 nuevas celdas.
Durante su intervención en el evento organizado por Nueva Economía Fórum, Gil-Ortega anunció la ampliación de las celdas de residuos de muy baja actividad en otras 28 unidades, comenzando las obras por la celda número 30 entre los meses de abril y mayo de este año.
El presidente de Enresa avanzó que ya se han iniciado los trámites con el Ayuntamiento de Hornachuelos (Córdoba) y la Junta de Andalucía para adquirir los permisos y aumentar así el almacén de El Cabril que, en la actualidad, tiene agotada su capacidad en un 70%.
Los residuos de media y baja actividad de un desmantelamiento van a parar a El Cabril, que asume el 80% de los residuos del desmantelamiento de centrales y otro 20% de otras actividades generadas en España.
Gil-Ortega explicó que estos residuos van acondicionados en bidones de 120 litros, que se introducen en contenedores fabricados en El Cabril, y a su vez en celdas de almacenamiento definitivo, con una capacidad de alrededor de 5.760 barriles de 220 litros cada uno.
Asimismo, aseguró que España tiene resuelta “totalmente” la gestión de los residuos de baja y media actividad, mientras que “no podemos decir lo mismo en aquellos de alta actividad”, por lo que abogó por la necesidad del Almacén Temporal Centralizado (ATC) de Villar de Cañas (Cuenca).
De igual forma, Gil-Ortega dijo que “el rechazo inicial de la sociedad ante el almacenamiento de residuos, se vuelve colaboración social si se hace con transparencia y las puertas abiertas”.
En esta línea indicó que los cordobeses han comprobado que el programa de vigilancia medioambiental en El Cabril, puesto en marcha por Enresa, pone de manifiesto que “la radiactividad actual es idéntica a la que existía antes del almacén”, tras 900 muestras al aire, agua, animales y peces.
Sobre la posible reapertura de la central de Garoña, Gil-Ortega reconoció tener “incertidumbre de ver qué va a ocurrir”, aunque defendió la “obligación” y las “ganas” de un plan al respecto.
“Estamos hablando con los dueños de Garoña desde hace bastante tiempo por si no entra en funcionamiento saber qué hacemos”, aclaró, puesto que “el combustible en piscinas hay que sacarlo” a pesar de que “en cualquier caso el desmantelamiento no empezaría hasta dentro de tres años”.
No obstante, Gil-Ortega destacó que aunque desde el Ministerio de Industria, Energía y Turismo “han puesto el mercado adecuado” con respecto a Garoña, “otra cosa es que los empresarios lo vean”.
Respecto a la pedagogía e información a los ciudadanos en materia nuclear, Gil-Ortega aseveró que se está haciendo un “esfuerzo fundamental”, y que las actuaciones en materia nuclear “no se pueden hacer si la sociedad no está bien informada” y “con transparencia”.
“No ocurre nada en El Cabril que no lo sepa inmediatamente el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y el Ministerio de Industria”, puesto que “si pasara algo habría sospecha”. “La seguridad, transparencia y las cosas bien hechas caracterizan a Enresa”, añadió su presidente, que aseguró no haberse encontrado “dificultades importantes” en su gestión al frente de la empresa de residuos radiactivos.

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