"Si los rusos no construyen Mersin Akkuyu, otros lo harán", dijo Erdogan durante su visita oficial a Japón, en referencia a la primer central nuclear de Turquía, construida por Rusia.
"Ellos (los rusos) ya invirtieron 3.000 millones de dólares en el proyecto. De hecho, Rusia es la que debe actuar con más cuidado", avisó el presidente islamo-conservador, citado por el diario turco Hürriyet.
La central de Akkuyu, cuyo coste alcanza los 21.000 millones de dólares, debería entrar en servicio en 2020.
Ankara compra más del 50% de su gas a Moscú. "Somos el primer consumidor de gas natural ruso. Perder Turquía sería una gran pérdida para Rusia", consideró el presidente.
La campaña de bombardeos rusos en Siria provocó tensiones entre Turquía, miembro de la OTAN, y Rusia, uno de sus mayores socios comerciales.
Ambos países se oponen en su forma de gestionar la guerra siria. Moscú es uno de los principales apoyos del régimen de Bashar al Asad, mientras que Ankara considera imprescindible una salida del presidente sirio.
Turquía denunció el pasado fin de semana dos violaciones de su espacio aéreo por aviones rusos en la frontera siria.
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