Ha pasado una década y España apenas ha incrementado su gasto en investigación y desarrollo. El año pasado nuestro país dedicó a este tipo de actividades el equivalente al 1,19% de su riqueza, apenas dos décimas más de lo que invirtió en 2006, justo antes de iniciarse la crisis económica. Estamos, según datos de Eurostat, entre los países comunitarios donde menos avanza el gasto en actividades, que son las más productivas. Algo que ha hecho saltar la voz de alarma entre los investigadores.
Para que nos hagamos una idea, en este periodo el gasto en I+D+i ha crecido en España siete veces menos que en Austria (allí ha pasado del 2,36 al 3,9% en la última década) y tres veces menos que en Bélgica (donde era del 1,81% y ha pasado a ser del 2,49%). Son los dos países que más fondos dedican a este tipo de actividades en relación a su economía.
En contra de lo que pudiera parecer, países como Finlandia o Luxemburgo han rebajado su gasto productivo desde 2006: Finlandia, seis décimas hasta el 2,75%, y Luxemburgo, cuatro décimas hasta el 1,24% de su PIB.
Los datos que hoy publica la oficina de estadística comunitaria revelan que los países que más parte de su PIB dedican a I+D son Suecia (3,25%) y Austria (3,09%), seguidos de Alemania (2,94%) y Dinamarca (2,87%). En el extremo opuesto están Letonia (0,44%), Rumanía (0,48%), Chipre (0,50%), Malta (0,61%), Lituania (0,74%) o Bulgaria (0,78%).
Unos 300.000 millones, lo mismo que los españoles tienen en fondos
El conjunto de los Veintiocho dedicaron más de 300.000 millones de euros a investigación y desarrollo el año pasado, en torno al 2,03% de su riqueza. Es el mismo dinero que las familias españolas tienen ahorrado en fondos de inversión.
Es un gasto inferior al que acometen por ejemplo Corea del Sur, que destinó el 4,23% de su PIB a I+D, al de Japón que fue del 3,29% y al de Estados Unidos, que se situó en el 2,79%. Con la vista puesta en el año 2020, la UE se ha propuesto destinar un 3% de su PIB a investigación y desarrollo.
El sector empresarial es en la UE el primero en gastos de I+D, al representar el 65% de las inversiones, seguido del sector de la educación superior (23%), de las administraciones públicas (11%) y de las organizaciones privadas sin ánimo lucrativo (1 %).
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