La emisión que ha protagonizado hoy el Tesoro Público confirma la tendencia de que a España cada vez le cuesta menos financiarse. El Estado ha adjudicado 3.310,87 millones de bonos a cinco años a un tipo marginal del 2,997%, por lo que ha conseguido colocar la deuda prevista (establecida en una horquilla de entre 3.000 y 4.000 millones de euros).
Además, la rentabilidad que le han exigido a España los inversores por comprar su deuda, es un 19,6% inferior a la de la anterior subasta de bonos a cinco años, cuando el tipo marginal se situó en el 3,727%.
En aquella subasta, celebrada el pasado 1 de julio, el Tesoro colocó 3.501 millones, aunque a tipos mucho más altos (pagó un 3,5% más que en la anterior ocasión). Dicha subasta se celebró justo después de que la agencia de calificación crediticia Moody's situase el rating 'Aaa' de la deuda soberana española en revisión de cara a una posible rebaja.
Sin embargo, desde entonces, y gracias a las pruebas de solvencia que realizó Bruselas a la banca europea -donde España salió muy bien parada-, las emisiones de letras y bonos han tenido un gran éxito en el mercado al acercarse a los máximos previstos y registrar tipos cada vez más bajos.
En la subasta de hoy, el importe solicitado (la demanda) ha ascendido a 5.393,83 millones de euros, lo que vuelve a reflejar una mayor confianza en la deuda soberana española.
De hecho, el último examen al que se sometió el Tesoro tuvo lugar el pasado 24 de agosto, cuando el organismo colocó 4.009 millones en letras a tres y seis meses a tipos ligeramente más reducidos que en la última subasta.
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