Espinosa cree que la empresa Boliden no es la mejor para asistir a Hungría

  • Luxemburgo.- La ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa, consideró hoy que la experta de la empresa sueca Boliden, causante de la catástrofe de Aznalcóllar (España) en 1998, designada por Hungría como asesora para gestionar la situación tras el vertido tóxico, no es la mejor opción.

Luxemburgo.- La ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa, consideró hoy que la experta de la empresa sueca Boliden, causante de la catástrofe de Aznalcóllar (España) en 1998, designada por Hungría como asesora para gestionar la situación tras el vertido tóxico, no es la mejor opción.

"Creo que hay hoy mejores especialistas en la Unión Europea para dar solución a una gran catástrofe", afirmó la ministra a su llegada al Consejo de Ministros de Medio Ambiente de la UE, que se celebra hoy en Luxemburgo.

"Hemos ofrecido al Gobierno húngaro la posibilidad de asistencia técnica por parte de España", continuó Espinosa, quien subrayó que se trata de "personas especializadas".

Preguntada acerca de si España intervendrá para advertir acerca del pasado de la empresa sueca, Espinosa explicó que primero van a escuchar la información que facilitará hoy el ministro húngaro acerca de la situación en su país y luego decidirán cómo reaccionar.

La ministra se mostró convencida, en cualquier caso, de que el ministro húngaro defenderá hoy el principio de "quien contamina paga", de acuerdo con la legislación comunitaria.

Asimismo, explicó que cuando Boliden provocó en España la catástrofe medioambiental en el entorno de Doñana aún no se disponían de la normativa comunitaria de prevención y por tanto la compañía no tuvo que pagar nada.

Hoy en día la situación es distinta, ya que existen tres normas en España que regulan estas situaciones, recordó Espinosa.

Las autoridades húngaras seleccionaron este martes a cinco expertos europeos, de entre 51 nombres que había propuesto la Comisión Europea, para ayudarle en la gestión del vertido tóxico, entre ellos, Pia Lindstrom, responsable de medio ambiente del departamento de minas de Boliden.

La compañía sueca causó el vertido que contaminó el entorno del Parque Nacional de Doñana, en España, en 1998, y no ha pagado todavía compensaciones por ello.

La contaminación de la cuenca del río de Guadiamar (Sevilla) en 1998 afectó a 7 millones de metros cúbicos de suelo y se necesitaron diez años de trabajo para regenerar los terrenos. Se invirtieron unos 200 millones de euros y trabajaron 868 personas durante 208 días para remediar la catástrofe.

Aún están pendientes las compensaciones por los daños causados, ya que todas las demandas contra la multinacional Boliden Apirsa, propietaria de la mina, para que pague el daño causado, han sido infructuosas.

Hungría activó el pasado viernes el mecanismo europeo de protección civil para solicitar "asistencia internacional urgente", y en particular el envío de un grupo de 3 ó 5 expertos con experiencia sobre el terreno en la gestión de vertidos tóxicos, limpieza y reducción del impacto medio ambiental.

El equipo tiene como misión contribuir a evaluar el impacto del vertido en las aguas, la agricultura, la flora y el subsuelo, así como ayudar a encontrar posibles soluciones para la descontaminación de las áreas urbanas y agrícolas afectadas.

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