Estafas y manipulaciones

  • Virgilio Navarro Z.

Virgilio Navarro Z.

Madrid, 21 dic.- Lo que pagamos por nuestras hipotecas y lo que pagamos por la energía eléctrica que consumimos se ha manipulado o, al menos, se ha intentado, ya que, en el caso de la luz, la tremenda subida que pretendía aplicarse a los hogares españoles se ha paralizado.

Si hace unos días conocíamos la manipulación por parte de varios bancos europeos del índice euríbor, ése que grava las hipotecas de la mayor parte de los españoles, ahora nos enteramos de que la subasta eléctrica -la que fija el precio de la luz- se ha manipulado. Aún no sabemos por quién.

Esta subasta (claramente manipulada, según el propio ministro José Manuel Soria) había arrojado una subida que para el consumidor se traduciría en un incremento del precio de la luz del 11 % desde el 1 de enero, un escándalo que ha obligado al Gobierno a paralizar su aplicación y a anunciar una investigación y un nuevo sistema que fije estas tarifas.

Si las manipulaciones son siempre graves, más aún cuando se hacen en tiempos de crisis y, todavía más, cuando están dirigidas a las personas que menos tienen, las que pagan la luz con la tarifa de último recurso, los pequeños consumidores.

Dos asuntos tan graves como las hipotecas y la luz, que afectan tan gravosamente a millones de ciudadanos que pagan religiosamente sus impuestos, no pueden quedarse en multas ni en reprimendas. Alguien ha manipulado o, en lenguaje popular, alguien nos ha estafado (en el caso del euríbor) o nos ha intentado estafar (en el caso de la luz).

Tenemos derecho a saber desde cuándo se manipula, por qué, qué beneficios ilícitos se han obtenido y quiénes son los responsables, pues deben sentarse delante de un juez. En democracia no cabe nada más que la transparencia absoluta.

Después de este intento de distorsionar los precios al servicio de intereses particulares -habrá que investigar qué intereses-, todo lo demás queda en un segundo plano, pese a que en la semana que termina el Congreso aprobó definitivamente los Presupuestos Generales del Estado para 2014, unas cuentas que el Gobierno espera que sean las de la recuperación.

En Europa, se logró un acuerdo para crear un mecanismo único de liquidación bancaria -paso decisivo hacia la unión bancaria-, que permitirá evitar que tengan que pagar los contribuyentes las quiebras de las entidades financieras.

Todo ello en una semana bastante previsible, que -a excepción del intento de "tarifazo" eléctrico-, sólo se vio sobresaltada cuando el FROB anunciaba la adjudicación de Novagalicia al venezolano Banesco, que ofreció por el banco nacionalizado más de 1.000 millones y superó claramente en la subasta a sus otros competidores, entre ellos La Caixa y BBVA -los que parecían más interesados-.

Pese a todo, el saldo de la operación es muy negativo para el Estado, dado que Novagalicia recibió unos 9.000 millones de fondos públicos para su saneamiento. Ni el Frob está especialmente satisfecho, pero reconoce que era la mejor oferta.

Y para finalizar, no me queda más que desear ¡Felices Fiestas!, una pronta salida de la crisis y un 2014 sin estafas, aunque después de ver cómo algunos pervierten las reglas del mercado y las manipulan, cuesta afrontar este final de año sin sospechar casi de todo, incluso de Papá Noel.

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