Esto es lo mínimo que los mercados esperan de Rajoy

Si es cierto que los mercados dieron una tregua a España hasta que se celebraran las elecciones (algo difícil de creer viendo lo ocurrido durante la semana con la prima de riesgo), el hacha de guerra no va a durar mucho más enterrada. A partir de hoy, con Mariano Rajoy al frente, empieza una nueva etapa.

Y los mercados no se van a contentar con cualquier cosa. Medidas; quieren medidas, y, sobre todo, quieren resultados. Pero, ¿de qué margen dispone el nuevo equipo del Partido Popular? ¿Qué van reclamar, como mínimo los inversores para darse por satisfechos?

Como en los mandamientos, todo se puede reducir a uno: control de las cuentas. Lo que, ampliando la visión, quiere reducir reducción de gastos (los tan temidos recortes) como estímulo de los ingresos (¿subidas fiscales?).

A partir de aquí, todos coindicen en que será necesaria una reforma laboral integral,"y no una reforma salami, en pedazos, como se ha hecho hasta ahora", señala José Manuel González-Páramo, miembro del Consejo del Banco Central Europeo y favorito a ser ministro de Economía con Rajoy.

¿Eso incluye cambios en las prestaciones por desempleo? ¿Un despido más barato?¿Simplificación del marco de contratación? ¿Una negociación colectiva más amable con las empresas? Como con el nombre del titular de Economía, y a falta de propuestas concretas en el programa electoral del PP, las quinielas son múltiples con tal de revertir un mercado con cinco millones de parados.

Volviendo al principio, a lo más general, "hay que anunciar medidas y hacerlo rápido", resume Estefanía Ponte, directora del Departamento de economía de Cortal Consors. En su opinión, lo más importante es dar primero la sensación de que se tienen las ideas muy claras.

"El consenso de los mercados lo tiene más que claro: el nuevo Ejecutivo del PP vendrá con una receta de control absoluto del gasto bajo el brazo", añade Juan Carlos Martínez Lázaro, economista de IE Business School  

Y recuerda: "A diferencia de otros países con problemas en su deuda soberana, lo que parece más o menos claro es que en España no habrá esa sensación de fragmentación política que puede debilitar la toma de decisiones". Mucho menos con una mayoría tan definitiva como la cosechada esta noche.

José Luis Álvarez, director del departamento de Economía de la Universidad de Navarra, cree, sin embargo, que los mercados atraviesan "un estado de hipersensibilidad" que va a seguir complicando la situación, "ya que todo lo que ocurre casi siempre es considerado en clave negativa".

Y, desde Aspain 11 Asesores Financieros EAFI se priorizan las "medidas de urgencia" que hay que tomar en conjunción a reformas estructurales para el corto plazo.

- La lucha laboral

Lo primero, según estos asesores, es "llevar a cabo una reforma laboral creíble, favoreciendo la contratación mediante ayudas a la cotización a la Seguridad Social para nuevas empresas, incentivando la contratación de los jóvenes y flexibilizando costes".

Estefanía Ponte, por su patre, coincide en la flexibilización (los mercados se alinean de la corriente empresarial que incide en que España tiene uno de los modelos de contratación y despido más caros de Europa), tanto a la hora de crear empleo como en las indemnizaciones por cese.

El economista del IE Business School no se olvida de la negociación colectiva, una reforma que encalló en los últimos meses de poder socialista, y que ahora será retomada. El propio Rajoy, en su debate televisado frente a Rubalcaba, admitió que habrá más capacidad de decisión de las empresas y González-Páramo, el pasado viernes en unas jornadas del IESE, se refirió a la prioridad del convenio de empresa.

Por último, de lo que parece más descontado (porque está incluído en el programa) es la puesta en marcha del denominado modelo austriaco, por el que cada trabajador engrosa su propio fondo de cotización para el caso de que se quede en paro. Si éste es un primer paso para retocar las prestaciones por desempleo (la reducción del máximo de dos años actual, por ejemplo), se sabrá a partir de esta semana.

- Poner freno al gasto de las administraciones

Si la reforma laboral da para muchos matices, en lo que todos los expertos (y mercados) están de acuerdo es que hay que hacer algo con las autonomías y su gasto desmedido.

A diferencia del PSOE, el PP no ha sido tan radical como para hablar de supresión de las diputaciones, pero sí ha subrayado la necesidad de racionalizar la plantilla de funcionarios.

Ojo: lo anterior no es un eufemismo de recortes y despidos. Rajoy siempre ha defendido que quizá hay demasiados funcionarios en unos sitios y pocos en otros. En este caso, el debate pasaría por la movilidad en la función púbica.   

- Ajuste fiscal.

El gasto y los ingresos van de la mano. Respecto al primero, ya es conocida la pretensión del PP de meter la tijera en partidas que considera superfluas (al estilo de lo que hizo ya en Castilla-La Mancha) como protocolo, representación, cargos de confianza, etcétera.

Sin embargo, de cada al ciudadano puede interesar más el modelo de ingresos, es decir, el fiscal. Exceptuando ciertas ventajas para los autonómos y las empresas pequeñas en el pago del Impuesto de Sociedades, tampoco se conoce mucho de la agenda tributaria de Génova.

El principal problema que se encuentra en cualquier medida relacionada con los impuestos es que repercute fácilmente en el crecimiento cuando éste es débil. Que es lo que ocurre en estos momentos. Los expertos siempre han creído que hay margen en el IVA (que ya subió el PSOE con grandes críticas del PP), ya que su media es aún inferior a la europea.

Como estímulo fiscal, el PP sí que recuperará la desgravación por la compra de vivienda y mantendrá el IVA reducido en el sector inmobiliario.

- Sistema financiero.

En efecto, el sistema bancario español no ha terminado con su reestructuración. Aspain 11 Asesores Financieros cree necesaria "una nueva regulación más exigente para que sean conscientes de que no sólo tienen derechos sino también obligaciones con los distintos agentes económicos".