Berlín, 16 oct.- La canciller alemana, Angela Merkel, se reúne hoy con su homólogo sueco, Fredrik Reinfeldt, para conocer cuáles son las condiciones de Estocolmo para participar en el proyecto de unión bancaria que planea la Unión Europea (UE).
Ambos jefes de Gobierno coinciden en percibir con cierto recelo esta iniciativa, lanzada desde Bruselas como una de las herramientas para salir de la presente crisis y evitar futuras, y según los expertos, buscarán esta tarde en Cancillería consensuar propuestas y normas en este ámbito.
Entre los puntos que más dudas suscitan en Berlín y Estocolmo se encuentran la fecha de puesta en marcha del supervisor común y las obligaciones recíprocas de los países miembros en un eventual fondo común de garantías bancarias.
El primer ministro de Suecia aseguró esta mañana en una intervención pública que la unión bancaria no puede, en ningún caso, forzar transferencias de dinero público de su país para sanear las cuentas de entidades financieras privadas en otros países del bloque.
"Se ha de estar seguro, entre otras cuestiones, que el dinero de los contribuyentes suecos no va a cubrir las pérdidas de bancos en otros países", aseguró Reinfeldt.
No obstante, ambos gobiernos parten de posiciones claramente diferentes: Berlín formará con seguridad parte de la unión bancaria y quiere moldear sus detalles, mientras que Suecia -que no pertenece a la zona del euro- continúa analizando si le conviene integrarse en este bloque.
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