Estudian cómo reducir los riesgos de los tendidos eléctricos en las aves

  • Valladolid.- La reducción del impacto ambiental y de los riesgos que los tendidos eléctricos suponen en los entornos naturales y, concretamente, en las aves constituye el principal objetivo del convenio firmado hoy entre la Consejería de Medio Ambiente de Castilla y León y la compañía Gas Natural.

Estudian cómo reducir los riesgos de los tendidos eléctricos en las aves
Estudian cómo reducir los riesgos de los tendidos eléctricos en las aves

Valladolid.- La reducción del impacto ambiental y de los riesgos que los tendidos eléctricos suponen en los entornos naturales y, concretamente, en las aves constituye el principal objetivo del convenio firmado hoy entre la Consejería de Medio Ambiente de Castilla y León y la compañía Gas Natural.

La electrocución afecta especialmente a aves de tamaño medio y grande que utilizan los apoyos como posaderos, y las especies con mayor riesgo en la Comunidad son la avutarda, el águila perdicera, el milano real, el alimoche, el buitre negro, el águila imperial ibérica, la cigüeña negra y el urogallo.

Los proyectos de ambas entidades tendrán como máxima prioridad la adecuación de las líneas eléctricas aéreas que se encuentran en zonas de especial protección para aves de la Comunidad, con el objetivo de proteger a aquellas especies que se encuentran en peligro de extinción.

Para ello, los técnicos redactarán estudios y técnicas de modificación de los tendidos y aplicarán protocolos de coordinación y gestión sobre posibles incidencias de electrocución o colisión de las especies.

La consejera de Medio Ambiente, María Jesús Ruiz, ha manifestado, en rueda de prensa, que la superficie de las áreas de protección de las aves comprenderá más de cinco millones de hectáreas, lo que supone un 53 por ciento del territorio del a Comunidad.

El director de distribución eléctrica de Gas Natural en Castilla y León y Castilla-La Mancha, José Julio Pérez, ha subrayado la importancia de las líneas eléctricas, que son un "símbolo de desarrollo", y ha insistido en que tienen impacto visual y sobre la fauna pero "son compatibles con la seguridad de las aves".

"La experiencia nos ha proporcionado seguridad y sabemos que los impactos sobre las aves cada vez son menores", ha precisado Pérez, quien ha apuntado que se este convenio abarcará más de mil kilómetros de red eléctrica y modificará unos 20.000 apoyos.

Las actuaciones supondrán una inversión anual de unos 450.000 euros y una vez que se analicen las zonas prioritarias en las que se debe actuar, la adecuación y corrección de las líneas eléctricas aéreas durará aproximadamente cuatro o cinco años, según ha mencionado la consejera.

Este acuerdo se enmarca en el proceso para la aprobación de la futura Estrategia Regional de Tendidos, que pretende delimitar las zonas de protección para la fauna y minimizar la incidencia de las instalaciones eléctricas sobre el entorno en el que se ubican.

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