Experto en Asia asegura que "el centro del mundo se ha trasladado a Oriente"

  • El secretario general de Casa Asia y autor del libro "Asia marca el rumbo" (Dèria Editors), Jaume Giné Daví, está convencido de que, más que una potencia de futuro, el continente asiático ya es una realidad de presente: "El centro del mundo se ha trasladado ya de Occidente a Oriente", afirma.

Barcelona, 21 oct.- El secretario general de Casa Asia y autor del libro "Asia marca el rumbo" (Dèria Editors), Jaume Giné Daví, está convencido de que, más que una potencia de futuro, el continente asiático ya es una realidad de presente: "El centro del mundo se ha trasladado ya de Occidente a Oriente", afirma.

"Dos grandes civilizaciones como China e India han vuelto a emerger. Sólo estos dos Estados, sin contar Japón, Corea del Sur, Taiwan, Hong Kong, Singapur, Indonesia, Vietnam y otros países de la región, suman más de 2.500 millones de habitantes, el 37 % de la humanidad. Y van a ir a más. Occidente sólo representa el 12 % de la población mundial", cuenta Giné en una entrevista con Efe.

De ahí que "Asia marca el rumbo" se fije principalmente en las aceleradas transformaciones políticas, económicas y sociales que se están produciendo en todo el mundo, sobre todo por el extraordinario impulso de dos gigantes como China e India y por el alarmante estancamiento occidental.

En 405 páginas, Giné hace una radiografía de este "nuevo orden mundial", en el que el eje del poder está girando progresivamente hacia Oriente, con un creciente protagonismo incluso de América Latina y otras regiones del Sur.

Es inútil, considera Giné, rasgarse las vestiduras desde Europa o EEUU por esta "reemergencia" asiática en el tablero internacional: por una cuestión de peso demográfico y potencial económico, no podría evitarse este reequilibrio geoestratégico.

Lo que debe hacer Occidente, en su opinión, es "digerir" cuanto antes este nuevo contexto, adaptarse lo más rápido posible a él y saber leer adecuadamente el papel que les tocará jugar a partir de ahora a las sociedades occidentales.

De entrada, Giné, profesor de la Facultad de Derecho de Esade, propone acabar con el desconocimiento de las culturas asiáticas e interesarse por su historia, sus lenguas, sus tradiciones, para así entender mejor su mentalidad.

"No podemos vivir de espaldas a lo que le pasa a la mitad de la humanidad. El desconocimiento de las bases históricas, culturales y lingüísticas de Asia representa un muro que dificulta nuestras relaciones económicas y empresariales con estos países", arguye.

Pero si las economías occidentales quieren competir en este mundo globalizado, al lado de las naciones en alza, especialmente las conocidas como BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica), habrá que "trabajar más y mejor".

Para Giné, la verdadera "amenaza" para Occidente no viene de Oriente sino desde dentro de sus fronteras: "En los últimos tiempos se han olvidado demasiado a menudo los valores sobre los que se asienta el Estado de derecho, lo que ha alimentado la crisis que estamos padeciendo ahora".

También sobre colosos asiáticos como China o India se ciernen sombras de duda: el mal endémico de la corrupción, las brechas abismales entre ricos y pobres o los daños medioambientales de ciertas políticas económicas son motivos de preocupación.

En el caso chino, además, Giné se pregunta si a largo plazo es viable un modelo de desarrollo económico capitalista que combata toda forma de pluralismo político: "China ha sacado a millones de personas de la pobreza, pero existe un déficit en la protección de los Derechos Humanos y las libertades", argumenta.

Los chinos tienen otro motivo para alarmarse: la crisis en EEUU y Europa también ha empezado a afectar negativamente a la economía del país asiático desde la segunda mitad de 2011, según apunta Giné.

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