FCC presenta el miércoles su plan estratégico, marcado por las desinversiones

Madrid, 17 mar.- FCC presentará el próximo miércoles su plan estratégico con horizonte 2015, una nueva hoja de ruta que tiene como objetivo reducir el pasivo del grupo entre 2.400 y 2.600 millones, reestructurar los negocios de la compañía y acometer un duro programa de desinversiones en aquellas áreas no estratégicas.

Después de esbozar las líneas generales del nuevo plan estratégico, el vicepresidente segundo y consejero delegado del grupo, Juan Béjar, será el encargado de detallar los pasos para dar cumplimiento a los nuevos objetivos, que pasan por lograr la máxima eficiencia en los negocios estratégicos, reduciendo la presencia en aquellos mercados no rentables.

Tras anunciar, por primera vez en su historia, unos números rojos de 1.028 millones de euros en 2012, el primer ejecutivo de FCC anunció el relevo de la anterior cúpula de construcción, así como la creación de una Dirección General de Desinversiones y otra de Organización.

En virtud de estos nuevos nombramientos, Fernando Moreno -procedente de Aqualia- pasa a presidir FCC Construcción, cargo que ostentaba hasta ahora José Mayor Oreja, uno de los empresarios querellados y que ha sido llamado a declarar por el juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez a raíz de la querella presentada por Izquierda Unida en relación con los "papeles de Bárcenas".

Miguel Jurado será el nuevo director general de Construcción; Carlos Barón, antes en Versia, ostentará la Dirección General de Desinversiones y Ana Villacañas la de Organización.

Y es que el grupo tiene como finalidad reestructurar el área de construcción en todas sus partes resolviendo, especialmente, el "desmesurado" proceso de expansión que ha llevado a cabo su filial austríaca Alpine, que ha llegado ya a un acuerdo con sus acreedores para refinanciar una deuda superior a los 600 millones.

A cierre de 2012 FCC se anotó 300 millones de pérdidas operativas en las actividades de construcción en el centro y en el este de Europa, agrupadas en su filial austríaca Alpine.

En el marco de este proceso, la compañía ya tiene provisionados fondos para hacer frente a un proceso que pasa por "acomodar" el personal del área construcción durante los próximos años en España.

Junto a ello, el grupo ha anunciado un programa de desinversiones superior a los 2.000 millones de euros en aquellos activos que ahora no considera estratégicos (FCC Energía, Realia o Globalvía), con el fin de centrarse en sus negocios "core" (servicios medioambientales, infraestructuras y agua).

De hecho, las pérdidas de FCC por el saneamiento en Realia (la inmobiliaria participada en un 30 % por FCC y en un 27,6 % por Bankia), en Globalvía (la empresa de concesiones participada en un 50 % por la entidad bancaria y FCC) y en su división de energía alcanzaron los 372 millones de euros.

Estas ventas implicarán, sin embargo, una reducción de la facturación de la compañía en torno a un 13-17 %.

Los nuevos ejes que marcarán el inicio de una etapa para la compañía -que recientemente cambió a su cúpula directiva-, buscan recuperar el resultado bruto de explotación o ebitda hasta alcanzar una cifra de 1.150-1.250 millones de euros y generar un flujo de caja de las actividades de 800-950 millones anuales.