Fomento concluye que no hubo irregularidades en el atropello con 12 muertos en castelldefels el pasado san juan


La Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF) considera que no existieron actuaciones irregulares y que el apeadero de Platja de Castelldefels (Barcelona) cumplía la normativa cuando se produjo el atropellamiento por parte de un tren Alaris de varias personas que cruzaban la vía, con el resultado de 12 muertos, 10 heridos graves y 7 leves en la noche de San Juan de 2010.
Así se recoge en el informe sobre este accidente publicado en la web de la CIAF, órgano dependiente del Ministerio de Fomento, que, en consecuencia, no establece ninguna recomendación.
Según dicho informe, el accidente tuvo su origen en la invasión de la vía por parte de las víctimas, al cruzar por un lugar no autorizado, y sin percatarse de la llegada del tren Alaris que cubría el trayecto entre Alicante y Barcelona.
La CIAF añade que las víctimas incumplieron el artículo 40 del Reglamento del Sector Ferroviario que señala que “salvo autorización expresa de Adif, se prohíbe la entrada de personas o de vehículos en las vías férreas y el tránsito por ellas. Su cruce deberá realizarse por los lugares determinados al efecto, conforme a la normativa reguladora de los pasos a nivel y con las limitaciones o condiciones que se establezcan”.
No obstante, la CIAF remite a la Dirección General de Infraestructuras Ferroviarias, como Autoridad Nacional de Seguridad Ferroviaria, la información que sobre elementos de seguridad en estaciones se ha recabado de otros países europeos, a fin de que analice la posibilidad de implantar en estaciones especialmente conflictivas alguna de las medidas de seguridad existentes en esos países u otras actuaciones similares.
En concreto, la CIAF se refiere a la práctica de instalar vallas entre las vías, como medida disuasoria ya que el cruce imprudente por lugares no autorizados, y más concretamente en estaciones, da lugar a que este tipo de sucesos tenga un peso significativo dentro de la siniestralidad en la red ferroviaria española.
LOS HECHOS
El accidente se produjo a las 23.23 horas. Momentos antes, un tren de cercanías, circulando en sentido contrario, había realizado parada comercial en dicho apeadero, descendiendo centenares personas.
El destino de la mayoría de esos pasajeros era la playa cercana, situada en el lado del andén contrario al que habían descendido del cercanías. Para desplazarse entre andenes la mayoría utilizó el paso inferior existente, pero un grupo numeroso cruzó de forma indebida las vías, lo que provocó su arrollamiento por el tren Alaris, que no tenía parada en esa estación.
En el momento del suceso era de noche y el tiempo estaba despejado, con temperatura agradable. En la zona de la playa próxima al apeadero, estaban programadas para esa noche actuaciones musicales, para celebrar la noche de San Juan, siendo fiesta al día siguiente, por lo que la afluencia de personas era muy considerable.
Dada la gran cantidad de personas que se esperaba por la zona, sobre las 21.00 horas, se presentó la policía, que estuvo, desde ese momento, por la estación y alrededores.
TREN Y CONDUCTOR
Del registrador de seguridad del tren, que mide 80 metros y pesa 172 toneladas, se pudo constatar que circulaba a una velocidad de 139 kilómetros hora, inferior a la permitida (150 km/h).
También revela que el conductor, que superó sendas pruebas de alcohol y drogas, accionó la bocina durante dos segundos y que seguidamente aplicó el freno de emergencia, deteniéndose 39 segundos más tarde, tras recorrer 800 metros.
En su primera declaración en Valencia, el conductor explicó que “al acercarme al apeadero de Castelldefels Playa observé un cercanías que salía del apeadero, que había gente cruzando las vías del andén del lado izquierdo al derecho, hice uso de la bocina, del freno de emergencia, no pudiendo evitar su arrollamiento”.
Asimismo, en otra declaración en el Juzgado de instrucción número 1 de Gavá, señaló que aunque reglamentariamente cuando pasa por una estación sin parada no tiene obligación de tocar el claxon, aquella noche lo tocó porque conoce la situación, y lo hace normalmente cuando se cruza con un cercanías. También indicó que nadie le advirtió de que esa noche era san Juan.
SEÑALIZACIÓN Y ESTACIÓN
Por otro lado, los registros del puesto de mando de Barcelona, que es desde donde se gestiona el tráfico del tramo correspondiente al apeadero de Platja de Castelldefels confirman que la señalización funcionó correctamente.
En cuanto a la estación y según la declaración de los testigos no había obstáculos para la evacuación de los viajeros por el paso inferior, la iluminación estaba activada, los carteles indicativos de salida eran visibles y la puerta de salida estaba totalmente abierta, con el fin de agilizar el paso de las personas.
Además, en la inspección del lugar del accidente se pudo comprobar la existencia y buen estado de conservación de la señalización antes descrita, así como de la iluminación tanto de andenes como del paso inferior.
Los andenes disponen de franja de seguridad y en su zona central existen carteles indicadores de salida para el guiado de los viajeros hacia el paso inferior. Existe un cartel indicativo de salida de la estación sobre las escaleras de acceso al paso inferior, en el andén de la vía 1, y carteles de prohibición de cruzar las vías situados en los bordes verticales de los dos andenes.
La estación fue remodelada poco antes del accidente. Antes de esta actuación se accedía a los andenes mediante un paso superior que comunicaba también los dos lados de la localidad que las vías y una autopista paralela separaban. Ese paso superior, que pudo provocar la confusión de algunos pasajeros, quedó inactivo tras esas obras.
Esta remodelación (finalizada en noviembre de 2009) consistió en el recrecido de andenes; la construcción de un paso inferior entre andenes con ascensor (apto para personas de movilidad reducida –PMR-); nueva iluminación y señalización; adecuación del edificio de viajeros y nuevo vallado de cerramiento de las instalaciones. El coste de las obras ascendió a 1,4 millones de euros.
Los informes de la CIAF tienen como finalidad determinar las causas de los accidentes y las circunstancias en que se produjeron, con objeto de prevenirlos en el futuro, y formular las recomendaciones oportunas para reducir los riesgos en transporte ferroviario. Dicha investigación no se ocupa, en ningún caso, de la determinación de la culpa o la responsabilidad y es independiente de cualquier proceso judicial.

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